Los edificios gubernamentales de la provincia más austral del país no están preparados para tan altas temperaturas.
El verano 2019 empezó muy de una manera particular, con nevadas contra la cordillera de los Andes en enero y hasta 45° de sensación térmica en la Ciudad de Buenos Aires. Ahora otro escenario impensado provocó estragos en el fin del mundo: el gobierno de Tierra del Fuego dictó un régimen especial para sus empleados debido a una ola de calor de más de 30°.
La gobernadora Rosana Bertone autorizó la medida para los empleados estatales, debido al calor que se concentra en los edificios, que históricamente no están equipados con aire acondicionado o ventiladores por el sencillo hecho de que nunca antes había sido tan necesario como ahora.
En vez se establecerá un régimen excepcional de guardias mínimas rotativas para este martes con el objetivo de que haya la menor cantidad de funcionarios y empleados público “en virtud de las particulares condiciones edilicias de las dependencias públicas que no permiten templar los ambientes acorde a éste inusual clima”, como consta en el texto de la medida.
Bertone dictó la medida después de que se registraran “diferentes casos que afectaron directamente la integridad física de los trabajadores y concurrentes a las diversas dependencias públicas” el lunes, cuando la ola de calor ya estaba a pleno en la provincia más austral del país.
No se trata formalmente de un asueto, ya que habrá guardias mínimas para garantizar el funcionamiento de las dependencias estatales.