Argentina y Rusia entraron en una inédita tensión luego que un ataque presuntamente ruso afecta a parte de la embajada argentina en Kiev y otra sedes diplomáticas.
En ese sentido, la Cancillería publico un comunicado en el que condena “enérgicamente el ataque de la Federación Rusa contra la capital ucraniana, Kiev, que ocasionó daños materiales a la Embajada de nuestro país y a otras Representaciones diplomáticas en dicha capital”.
El texto argentino continúa: “Extendemos nuestra solidaridad a las víctimas y sus familias. Este ataque constituye una grave violación del derecho internacional, que garantiza la inviolabilidad de las misiones diplomáticas”.
“Condenamos enérgicamente cualquier acto que ponga en peligro la seguridad del personal diplomático y de la población civil, e instamos al cese inmediato de las hostilidades y al respeto de las normas internacionales”, finaliza.
La respuesta rusa no tardó en llegar a través del embajador ruso en Argentina, Dmitry Feoktistov, quien rechazó las declaraciones oficiales del gobierno y excluye completamente la posibilidad de que la Embajada de la República Argentina u otras estructuras civiles en la capital de Ucrania hayan sido objetivos del ataque ruso”.
La embajada argentina en Kiev con daños materiales tras el ataque.
“Les recordamos nuevamente que nuestras Fuerzas Armadas aplican armas de alta precisión sólo contra objetivos de importancia militar, agregó.
La embajada rusa también aclaró que el Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia explicó que “los daños en el edificio de la sede de la misión diplomática argentina fueron resultado del trabajo poco profesional de las unidades de la defensa antiaérea ucranianas que intentaban repeler un ataque de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia”.
“Esperamos que la Parte Argentina analice los hechos objetivos y reconsidere sus conclusiones apresuradas”, concluye el texto oficial de Moscú.
La guerra entre Rusia y Ucrania entró en un período de transición hasta la asunción formal de Donald Trump en enero pero intensificaron los ataques a punto de tal que Putin no descarta un ataque nuclear si Ucrania insiste con usar los misiles de largo alcance que le suministró Biden.
