La licitación de este martes tuvo el resultado esperado y más también. Con las elevadas expectativas devaluatorias el bono dollar-linked que tenía un tope de emisión de 1.000 millones de dólares fue ampliado a 1.660 millones de dólares (66% más) con una tasa de interés del 0,1% nominal anual hasta abril de 2022.
Como era de esperar el mercado le “revoleó los pesos por la cabeza” al ministro en busca de un seguro de cambio que haga pagar al Estado la suba del dólar si el ministro no logra cumplir con su promesa de no devaluar.
Por lo pronto, esto le significó un ingreso extraordinario al Tesoro Nacional que el ministro adelantó que lo usará para pedirle menos pesos al Banco Central y reducir así la monetización del déficit en unos $100.000 millones. No es la primera señal de reducción de la emisión que da el ministro, pero sí la más contundente de ir “avanzando hacia una composición de financiamiento consistente con los objetivos de convergencia y estabilidad macroeconómica” desde que en septiembre volvió a acelerarse el déficit, explicó.
“En esta línea, el Tesoro Nacional efectuará durante esta semana un pedido de cancelación anticipada de Adelantos Transitorios (ATs) del BCRA por un total de $100.000 millones, que suman a las cancelaciones ya efectuadas en octubre por cerca de $26.000 millones”, detalló el comunicado oficial.
Además, Economía licitó otros instrumentos en pesos a tasa fija, a tasa variable (Badlar) y atados a la inflación con los que recaudó otros $119.473 millones. Con un total de 1.912 ofertas por la totalidad de los bonos y letras, adjudicó $254.671 lo que cubre con amplitud los $108.700 que vencen de deuda de corto plazo en lo que queda de octubre y le permiten al Gobierno cubrir también gastos de noviembre.
Ya en la primera licitación del mes, como consignó LPO, la Secretaría de Finanzas había conseguido un excedente de financiamiento que se destinó a cubrir el déficit. En el mes, Diego Bastourre obtuvo fondos por $ 20.583 millones, “que permiten finalizar el mes con un financiamiento neto positivo aproximado de $ 250.000 millones, lo que representa un ratio de refinanciamiento de vencimientos (roll-over) del 246%, el mayor del año. Este resultado evidencia, además, el sostenido y creciente nivel de refinanciamiento de los instrumentos de deuda pública”, detalló el comunicado oficial de Guzmán.
Ahora la prueba de fuego pasa por la licitación de deuda en divisas contantes y sonantes por 750 millones de de dólares del 9 y el 10 de noviembre. El detalle de esos bonos se dará a conocer el próximo lunes y si no despierta atractivo en el mercado, dejará al Gobierno en una situación incómoda: pagando una tasa de interés por encima del 10%, más alta incluso de las que pagaban Dujovne y Caputo o bien con más presión sobre el contado con liquidación.