El Reino Unido ya suma ms de 295.600 casos y ms de 45.300 muertos por coronavirus.
En medio de advertencias de posibles rebrotes, el primer ministro británico, Boris Johnson, comparó hoy la imposición de una nueva cuarentena con un arma nuclear y advirtió: “Sin duda no quiero emplearla”.
“Ya no puedo abandonar esa herramienta, al igual que no abandonaría un mecanismo disuasorio nuclear, pero es como un disuasorio nuclear, sin duda no quiero emplearlo. Y no creo que vayamos a estar en esa posición de nuevo”, aseguró el premier en una entrevista con el diario The Sunday Telegraph, citado por la agencia de noticias EFE.
La aclaración de Johnson se conoce dos días después de que el principal asesor científico de su Gobierno, Patrick Vallance, alertara que existe el “riesgo” de que un rebrote en el próximo invierno del hemisferio norte -hacia fines de año- sea aún más fuerte que la primera ola de la pandemia, que tuvo su pico en el país en mayo y junio pasado.
El Reino Unido ya suma más de 295.600 casos y más de 45.300 muertos por coronavirus. Sin embargo, Johnson le dijo al diario dominical que los expertos de su Gobierno ya pueden detectar a los nuevos brotes más rápido y con más eficacia.
“Genuinamente, ahora somos capaces de ver mucho más de cerca lo que está pasando en tiempo real, aislar los brotes y enfrentarlos en el momento, y trabajar con las autoridades locales para contener el problema local y regionalmente, si es necesario”, explicó.
En este sentido, el primer ministro concedió a las autoridades locales en Inglaterra poderes para que los ayuntamientos puedan decretar cuarentenas focalizadas, órdenes de clausura de comercios, cancelación de eventos y cierre de espacios públicos al aire libre.
En paralelo, mientras las autoridades se preparan para reaccionar rápido y de manera local a posibles futuros rebrotes, Johnson pide a nivel nacional volver a la normalidad y esta semana llamó a todos a utilizar de nuevo el transporte público.
A fin de mes, Inglaterra reabrirá los gimnasios, las piscinas, centros deportivos y salones de belleza y lugares de juego. Pero mientras el premier busca mostrar una imagen de retorno a la normalidad, los expertos de su Gobierno aclaran que esta normalidad no será igual a la de la prepandemia
“Si por normalidad se entiende lo que solíamos hacer hasta el pasado febrero y mediados de marzo: ir a trabajar normalmente, viajar en colectivos y trenes, ir de vacaciones sin restricciones, quedar con amigos, darnos la mano, abrazarnos, etc, desafortunadamente, todavía queda mucho camino por recorrer”, alertó John Edmund, uno de los expertos que asesora al Gobierno británico, en diálogo con la emisora BBC Radio 4.