Casi la mitad de la población de Haití padece niveles de inseguridad alimentaria “aguda”, según alertó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un reporte en el que afirma haber detectado por primera vez niveles “catastróficos” de hambre en el país caribeño.
“Haití está confrontado a una catástrofe humanitaria (…) y el informe que se publica muestra que la gravedad y la extensión de la inseguridad alimentaria en Haití se agrava”, afirmó el director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para ese país, Jean-Martin Bauer, en videoconferencia.
El país registra uno de los niveles más elevados de inseguridad alimentaria en el mundo y la situación empeoró los últimos seis meses.
Según el documento, 4,7 millones de haitianos padecen niveles de inseguridad alimentaria aguda, de las cuales 1,8 millones están ya en situación de “emergencia”.
La situación llegó al límite en la capital, Puerto Príncipe, y su región metropolitana, donde fueron reportadas 19.200 personas en la fase de “catástrofe”, el peor índice de seguridad alimentaria.
#Haiti: As crises collide, WFP is committed to continuing to support vulnerable Haitians amidst multiple security challenges.
Working with Haitians to boost their resilience to future shocks remains WFP’s top priority in the country. pic.twitter.com/LyR0vp2ef3
— World Food Programme (@WFP) October 14, 2022
Es “la primera vez en Haití”, subrayó Bauer, quien insistió en que los afectados carecen de los nutrientes esenciales necesarios “para sobrevivir”.
No obstante, para que la ONU pueda hablar de “hambruna”, es necesario que amplios sectores de la población se vean afectados.
Los hogares clasificados en esta fase viven en Cité Soleil, el barrio más pobre y violento de la capital, y representan el 0,3% de la población de esta localidad, según el análisis, que refiere “un ciclo de desesperación creciente” en Haití, “sin acceso a comida, combustible, empleos y servicios públicos”.
El PMA prevé que la situación alimentaria empeore cada año en este país, uno de los más pobres de la región y más vulnerables ante las catástrofes naturales.
Haití, donde resurgió el cólera casi tres años después del fin de la última epidemia, es también un país asolado por años de inestabilidad política y bandas criminales.
Además, se ve afectado por una elevada inflación, que desencadenó disturbios, saqueos y manifestaciones contra el primer ministro Ariel Henry, después de que anunciara un aumento del precio de la gasolina, consignó la agencia de noticias AFP.
“Hemos observado un aumento de 200.000 personas en situación de inseguridad alimentaria aguda y un aumento de medio millón de personas en situación de inseguridad alimentaria de urgencia”Jean-Martin Bauer
“Hemos observado un aumento de 200.000 personas en situación de inseguridad alimentaria aguda y un aumento de medio millón de personas en situación de inseguridad alimentaria de urgencia”, detalló Bauer.
En un comunicado, el organismo de la ONU subraya que la inseguridad y la falta de combustible dificultan las operaciones humanitarias en la isla, donde el PMA entregó este año una ayuda de urgencia a más de 100.000 personas en Puerto Príncipe.
“Tenemos que ayudar a los haitianos a producir alimentos de mejor calidad y más nutritivos para preservar sus medios de subsistencia y su futuro (…)”, declaró, por su parte, José Luis Fernández Filgueiras, representante local de la ONU para la Alimentación y la Agricultura.
Bauer insistió en que, “aunque es un momento de tumulto en Haití”, hay salida si se actúa a tiempo.
Por otra parte, la ONU alertó que las bandas criminales, que controlan la mayor parte de la capital, utilizan la agresión sexual para aterrorizar a la población y consolidar su poder territorial.
Más de media docena de bandas armadas libran guerras territoriales, pero los enfrentamientos en la capital son particularmente intensos, lo que hace que los desplazamientos sean peligrosos y que los hospitales apenas funcionen.
“Las pandillas usan la violencia sexual para infundir miedo y el número de casos aumenta cada día de manera alarmante”, dijo Nada Al-Nashif, alta comisionada interina de la ONU para los derechos humanos.
El informe menciona violaciones colectivas de niños de hasta 10 años y ancianas, a menudo ante miembros de la familia horrorizados.
Las bandas armadas utilizan las violaciones para “castigar, subyugar e infligir dolor” a los haitianos y como herramienta coercitiva para forzar la cooperación, apunta el texto.