Una hora antes que arrancara la sesión del martes para que Diputados aprobara la comisión investigadora por el Criptogate, la kirchnerista Paula Penacca abandonó la oficina de Martín Menem e ingresó el pichettista Oscar Agost Carreño, a quien el riojano notificó en el acto que el peronismo aceptaba quitar a Karina Milei de la lista de las interpelaciones.
Según fuentes al tanto de la situación, la moneda de cambio para que La Cámpora le perdonara el martirio a la hermana de Javier Milei fue la declinación de la sesión por Ficha Limpia, prevista para el día siguiente en el Senado.
La negociación del titular de la Cámara Baja con la mano derecha de Máximo Kirchner en el Congreso sorprendió a los aliados, entre los cuales se encontraba el propio Agost Carreño. Secretario parlamentario del bloque de Miguel Pichetto pero ex presidente del PRO en Córdoba, el legislador fue el articulador de los consensos entre las bancadas opositoras para asestarle otra durísima derrota al oficialismo.
El acuerdo entre Menem y UP no tardó en circular por el grupito de WhatsApp que se armó entre representantes de Encuentro Federal, la Coalición Cívica, Democracia Para Siempre y el peronismo, un ámbito digital que se habría inaugurado en los días previos para coordinar la estrategia en el recinto.
Para aprobar las interpelaciones del caso Libra, el peronismo acepta dejar afuera a Karina
Un diputado que fue convidado con los diálogos que allí se producen le dijo a LPO que integran esa entente Agost Carreño, Emilio Monzó y Nicolás Massot por el pichettismo, el lilito Maximiliano Ferraro, Pablo Juliano y Carla Carrizo en representación del bloque de Facundo Manes y Germán Martínez, Penacca y Cecilia Moreau por UP. “Todo iba encaminado para que citaran a Karina y Adorni pero el kirchnerismo dejó que los sacaran por Ficha Limpia y los otros bloques por algo lo habrán aceptado también”, deslizaron en el Salón de Pasos Perdidos.
Lo más curioso que se leyó entre los contertulios de WhatsApp fue el mensaje de Cecilia Moreau, que pidió a sus colegas que “nadie hable con miembros de UP”. El planteo habría desencadenado carcajadas.

Cecilia Moreau, en el estrado.
Como informó LPO, la colaboración de UP en el salvataje de Karina fue determinante para que se votara por una contundente mayoría la comisión y para que salieran interpelaciones a Guillermo Francos, Mariano Cúneo Libarona y Luis “Toto” Caputo, un verdadero dolor de cabeza que azota a los libertarios.
Durante la sesión, apenas patalearon por la exclusión de la secretaria General de la Presidencia y el vocero, la pichettista Margarita Stolbizer y los diputados de la izquierda. Vanina Biasi llegó a vociferar desde su banca: “¡Están en este momento rosqueando excluir a Javier y Karina Milei de una simple interpelación, cuando lo que corresponde es el juicio político! El pueblo argentino no se merece este congreso de cobardes”.
Una vez consumado, el blindaje a Karina fue objeto de disputas por la autoría. Desde las oficinas de Santiago Caputo se echó a rodar la versión de que el asesor estrella amagó con impulsar Ficha Limpia en la Legislatura bonaerense, para impedir la eventual candidatura de Cristina Kirchner como diputada provincial por la tercera sesión electoral. En La Plata descartaron que algo así pudiera tramitarse porque hasta los embajadores de Elisa Carrió en ese palacio dijeron que lo propondrían y recularon enseguida ante las ávidas preguntas de la prensa.
Como sea, el pacto entre La Cámpora y Menem incrementó los recelos entre las tribus de UP, que también facturan a los diputados que responden a la agrupación de Máximo el silencio en el que sumergieron la investigación de los diputados libertarios que fueron a visitar represores al pabellón de Lesa Humanidad en La Plata y Campo de Mayo. “El peronismo terminó consintiendo que participen los interbloques en la conformación de la comisión investigadora, algo que nunca plantea el reglamento”, apuntó una fuente parlamentaria.
La habilitación de ese atajo fue aprovechada, como publicó LPO, por Cristian Ritondo y Menem para sumar un legislador cada uno en la comisión y así empatar las votaciones y frenar la investigación. La maniobra generó un efecto dominó y los radicales con peluca le partieron la bancada a Rodrigo De Loredo con el mismo propósito, al tiempo que UP liberó una franquicia para que dos diputadas suyas, Mónica Macha y Julia Strada, terminen formando interbloque con la izquierda trotskista.
Cerca de Manes reivindicaban que esa reglamentación a favor de los interbloques había surgido a propuesta de Penacca pero había servido para que el FIT tuviera un representante. “Sin los votos del FIT, no salía la comisión investigadora”, sostuvieron.