Los bloques de Facundo Manes y Miguel Pichetto, junto al larretista Álvaro González, incorporaron al temario de la sesión prevista para este miércoles por el criptogate un proyecto de declaración de emergencia para Bahía Blanca y forzaron a dos radicales de Rodrigo De Loredo a dar quórum.
Pasadas las 12:15, el recinto ya contaba con 130 diputados sentados a sus bancas, entre los cuales se contaban Karina Banfi y Fabio Quetglas por la UCR pero también Oscar Zago y Lourdes Arrieta, eyectados de la bancada de La Libertad Avanza el año pasado.
LPO había adelantado que el bloque del MID, liderado por Zago, había presentado un proyecto de creación de comisión investigadora y eso complicaba a los hermanos Milei, que tratan por todos los medios de tapar el tema. “No queremos un circo pero desde el principio planteamos que se tiene que esclarecer”, comentaron en esa bancada.
El problema de los opositores se centra en que los expedientes en discusión, que van desde un pedido de juicio político impulsado por el kirchnerismo hasta la interpelación a Karina Milei propuesta por el pichettismo, no tienen dictamen para ser aprobados y necesitarían dos tercios para obtener media sanción, algo que bloquean hasta ahora con cierta comodidad los 87 héroes que salvaron los vetos del Presidente contra los aumentos a los jubilados y las universidades públicas.
Manes, Pichetto y Álvaro quieren crear en Diputados una comisión investigadora contra el Criptogate
Por eso, Encuentro Federal, Democracia Para Siempre, la izquierda y UP apostaban a emplazar la comisión de Asuntos Constitucionales, presidida por Nicolás Mayoraz, y la de Peticiones, Poderes y Reglamento, a cargo de Silvia Lospennato, con el objetivo de que se debatan los expedientes y se puedan votar por mayoría absoluta en las próximas semanas.
“El foco pasa a ser si está el número para emplazar a Mayoraz y Lospennato, pero los libertarios tampoco quieren el proyecto de (Nicolás) Massot para interpelar hasta la hermana del Presidente”, dijo antes que comenzara la sesión una fuente cercana a Manes.
Sin embargo, el principal desafío se produjo ya en la reunión de Labor Parlamentaria, donde el oficialismo acusó a los opositores de querer “caranchear” con el criptogate. Por eso, los presidentes de bloque abandonaron la reunión con Martín Menem sin haber llegado a un acuerdo sobre la hoja de ruta de la sesión, después que los libertarios exigieran que primero se votara la emergencia para Bahía Blanca y después los pedidos de informe, la citación de funcionarios y la creación de comisión investigadora.
El objetivo de Menem era aprobar el expediente por las inundaciones en el distrito del sur bonaerense y vaciar el recinto, para dejar a la oposición sin quórum cuando se discuta sobre el caso $LIBRA.
Ante esa jugada, Oscar Agost Carreño, Germán Martínez y Paula Penacca pidieron votar un plan de Labor con los emplazamientos al principio y la emergencia de Bahía Blanca después, orden que rechazaron el libertario Gabriel Bornoroni y la macrista Silvina Giudici. Después del cabildeo que demoraba el tratamiento efectivo de los temas, la oposición logró más de 180 votos contra 45 del bloque libertario y un puñado de macristas, porque hasta la mayoría del bloque PRO se plegó a la iniciativa del pichettismo, el radicalismo y el peronismo.
Los ánimos se caldearon enseguida, de todas maneras, porque todas las bancadas habían acordado que se respaldaran los expedientes sobre Bahía Blanca sin importar la extracción partidaria del autor pero los opositores apoyaron un proyecto de José Luis Espert, aportando las tres cuartas partes de los votos para el apartamiento, pero los libertarios y el PRO no apoyaron un expediente del FIT. El griterío copó el recinto y Martínez le pidió a Menem “cortesía parlamentaria”, pero el riojano le contestó en tono burlón: “¿Qué me está pidiendo?”.
Christian Castillo mocionó, entonces, que se habilitara una reconsideración de la votación pero no alcanzó los dos tercios en su propuesta. En el intercambio, Natalia De la Sota solicitó que se rectificara la votación para el proyecto de Espert, quitando el respaldo de toda la oposición. “No se puede, esto es el juego de la Cámara de Diputados. Se vota o no se vota”, zanjó Menem.
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