En su primera visita al exterior desde su victoria en las elecciones presidenciales el pasado 30 de octubre, Lula Da Silva confirmó al mundo que Brasil regresará a la senda de la lucha contra el cambio climático. Luego de cuatro años del gobierno bolsonarista que calificó como desastroso y que sumió a su país en el negacionismo climático. “Brasil está de vuelta”, anunció ante el auditorio entusiasmado de la cumbre climática de Naciones Unidas COP27.
En su discurso, el que mayor repercusión generó en la reunión internacional a pesar de no provenir de un delegado oficial, Lula afirmó que el cambio climático tendrá el más alto perfil en la estructura de su gobierno y que los crímenes ambientales serán combatidos sin tregua.
La presentación del mandatario fue un mensaje para una audiencia global, orientado a dejar atrás el negacionismo climático de Bolsonaro, a recuperar el rol brasileño en el frente de lucha en defensa del ambiente y para posicionar a Brasil como interlocutor y portavoz de los reclamos ambientales y sociales de los países menos desarrollados.
“Esta invitación, hecha a un presidente recién elegido antes incluso de su posesión, es el reconocimiento de que el mundo tiene prisa de ver a Brasil participando nuevamente de las discusiones sobre el futuro del planeta y de todos los seres que en él habitan”, arrancó el político. “Un planeta que en todo momento nos alerta de que necesitamos los unos de los otros para sobrevivir. Que en soledad somos vulnerables a la tragedia climática“, añadió.
Un nuevo ministerio para cuidar el Amazonas
Entre aplausos, Lula aseguró a todo el mundo que su gobierno no medirá esfuerzos para acabar con el desmantelamiento y la degradación de sus ecosistemas antes de 2030 y que la devastación sufrida por los bosques amazónicos bajo Bolsonaro quedará en el pasado.
De esta manera, el presidente electo reiteró que restaurará los controles y medidas de protección de la selva desmantelados por el que fue su rival electoral y que creará un ministerio para los Pueblos Originarios, porque a su juicio son los que deben velar por el Amazonas. “Estoy hoy aquí para decir que Brasil está listo para unirse nuevamente a los esfuerzos para la construcción de un planeta más sano. De un mundo más justo, capaz de acoger con dignidad a todos sus habitantes, y no apenas a una minoría privilegiada”, afirmó.
Brasil está de vuelta
Lula apuntó que las recientes elecciones en su país fueron observadas con atención inédita por el mundo por su papel para contener el avance de la extrema derecha autoritaria, antidemocrática y del negacionismo climático. “Del resultado de la elección de Brasil dependía no sólo la paz y el bienestar del pueblo brasileño, sino también la supervivencia del Amazonas y, por tanto, de nuestro planeta”, remarcó.
El político apuntó que su regreso al poder también servirá para pedir un nuevo gobierno global que incluya a más países en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y para acabar con el privilegio del veto, hoy restringido a unos pocos, para hacer efectiva la promoción del equilibrio y la paz.
“Precisamos superarnos e ir más allá de nuestros intereses nacionales inmediatos para que seamos capaces de tejer colectivamente un nuevo orden internacional que refleje las necesidades del presente y nuestras aspiraciones de futuro”, dijo. “Esperanza combinada con una acción inmediata y decisiva, por el futuro del planeta y de la humanidad“, finalizó.