El ajuste del Gobierno en Ciencia y Técncia pone en riesgo a las investigaciones en curso y provoca una nueva “fuga de cerebros”. Los salarios de la actividad están entre los más bajos de la región.
El colapso de la ciencia en la Argentina a causa de los recortes presupuestarios y la política del Gobierno sigue afectando a los investigadores y becarios del Conicet, cuya falta de financiación de proyectos pone en riesgo al desarrollo del país.
En los últimos años, los institutos recibieron cuotas presupuestarias con una reducción nominal significativa, a lo que se le suman sueldos que se encuentran entre los más bajos de la región: un becario doctoral cobra $22.700 mensuales y un postdoctoral –graduados universitarios de dedicación exclusiva- recibe menos de $28 mil al mes.
“Hay una decisión política de recortar los salarios de los becarios. Somos uno de los elementos más golpeados del Conicet, junto a los administrativos”, explicó a minutouno.com Lucila D’Urso, delegada de Jóvenes Científicos Precarizados de Buenos Aires.
Según denunció la organización gremial de los investigadores, los salarios sufireron una pérdida importante de poder adquisitivo y la paritaria que se negocia, en torno al 25%, no alcanza a equiparar a la inflación.
A eso se le suma que los becarios y becarias no cuentan con los derechos laborales básicos.
“No somos reconocidos por el Conicet como trabajadores y trabajadoras. Por lo tanto no contamos con licencia por enfermedad, maternidad ni aguinaldo”, detalló la investigadora.
D’Urso señaló que “el recorte brutal en el presupuesto en Ciencia y Tecnología se traduce en un deterioro de las condiciones laborales y salariales, lo que pone en riesgo la continuidad de las investigaciones”.
Éxodo de científicos
Según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), la Argentina fue el país de Latinoamérica que más científicos y técnicos aportó en la década de 1990 a Estados Unidos y esto podría repetirse en la actualidad.
La crisis por la que pasa el país es una “remake” de la fuga de cerebros que se vivió a finales de los años ’90 y principios de 2000. El default del sistema provoca un éxodo de investigadores que deciden buscar trabajo en el exterior con sueldos en dólares.
Las alarmas se encendieron en 2018, cuando cientos de científicos e investigadores le enviaron una carta al presidente Mauricio Macri advirtiéndole que el Conicet “está al borde de la parálisis”, poniendo en riesgo 10 mil puestos de trabajo de científicos, 10 mil becarios doctorales y posdoctorales y casi 3 mil técnicos.
Pese al reclamo, que reunió a los investigadores más destacados del país, el Presupuesto 2019 prevé un ajuste de fondos en casi todas las áreas, de cara al objetivo del Gobierno de llegar al “déficit cero”.
Otros problemas están vinculados a la falta de financiación de proyectos, lo que repercute directamente en las investigaciones en curso.
“Los becarios y becarias son la razón de ser del Conicet. Si dejamos de investigar, de trabajar, básicamente el sistema científico y de investigación pública de este país no se sostiene”, manifestó D’Urso.
La investigadora resaltó además que “recortando en el salario en los científicos y en los investigadores más jóvenes del país, lo único que hacen es imposibilitar el desarrollo de líneas de investigación”.
Además, las dificultades se están viviendo en el día a día y las condiciones laborales. “No hay una regulación que estipule que nuestros salarios se actualicen de acuerdo a la paritaria de los trabajadores estatales”, señaló D’Urso.
Marcha para reclamar un aumento salarial
Los becarios y becarias de Ciencia y Técnica marcharán el próximo martes 26 de febrero a las 10 al Polo Científico, para exigirle al Gobierno un aumento incremento salarial. Además, señalaron que no recibieron el pago retroactivo del aumento que sì tuvo el resto de los trabajadores del organismo.
El 12 de febrero, un día antes del llamado a la movilización, las autoridades confirmaron el pago del aumento con los sueldos de febrero y marzo (a cobrar en marzo y abril). Esto, lejos de desactivar el conflicto, lo enardeció, ya que la postergación del pago implica la pérdida de $2 mil para los becarios doctorales y de $2.400 para los posdoctorales.
“El motivo es claro: en un contexto signado por el ajuste, los tarifazos, la inflación y los alquileres en ascenso, ¡los salarios de los/as becarios/as no alcanzan! Mientras que la canasta básica para medir la pobreza está en $26.500, los/as investigadores/as en formación del CONICET y la AGENCIA estamos cobrando $22.000.”, señala un comunicado de los Jóvenes Científicos Precarizados de Buenos Aires.