Dos explosiones submarinas fueron informadas este martes en el mar Báltico a la altura de Dinamarca antes del descubrimiento de tres fugas en los gaseoductos Nord Stream que unen Rusia con Europa, en medio de denuncias cruzadas de responsabilidades y sospechas de sabotaje por las filtraciones.
“Nosotros lo interpretamos como proveniente, con una probabilidad muy grande, de algún tipo de detonación”, indicó Schmidt, quien explicó que esas liberaciones de energía fueron muy repentinas. “La primera ocurrió a las 2:03 hora local (21:03 hora de Argentina del domingo) justo al sureste de Bornholm, con una magnitud de 1,9. Luego observamos otra a las 19:04 de este lunes (14:04 de Argentina), otro incidente un poco más al norte que parece haber sido algo más potente. Calculamos una magnitud de 2,3”, indicó el sismólogo. La red sísmica noruega (Norsar) confirmó también haber registrado una explosión más pequeña en las primeras horas de este lunes, seguida de otra más potente ese mismo día.
Los gasoductos Nord Stream 1 y 2 centraron la tensión geopolítica de los últimos meses en Europa, desde que Rusia cortó su suministro a Europa en respuesta a las sanciones occidentales contra Moscú por la invasión de Ucrania. Los dos gaseoductos, gestionados por un consorcio participado mayoritariamente por el grupo energético ruso estatal Gazprom, no están operando actualmente. Sin embargo, ambos contienen aún gas, que se estuvo filtrando desde este lunes.
En unas fotos tomadas por el ejército danés este martes podían verse unas grandes burbujas en la superficie del agua, emanando de tres fugas localizadas en las aguas de Suecia y Dinamarca, con diámetros de entre 200 y 1.000 metros.
Por su parte, la empresa operadora de los gaseoductos submarinos rehusó dar una fecha estimada de cuándo podría resolver los daños que ocurrieron de forma simultánea en tres tuberías del sistema. “Las destrucciones que ocurrieron el mismo día, simultáneamente, en tres hilos de gasoductos costas afuera del sistema Nord Stream no tienen precedentes. Todavía no es posible estimar el calendario de restauración de la infraestructura de transporte de gas”, declaró la compañía Nord Stream AG con sede en Zug, Suiza.
Denuncias cruzadas
Rusia no descarta hipótesis respecto a las causas de las filtraciones. “En este momento no podemos descartar ninguna hipótesis. “Lo que es evidente es que las tuberías han sido dañadas y no se puede descartar ninguna variante hasta que tengamos los resultados de las inspecciones”, dijo por su parte el portavoz de Rusia, Dmitri Peskov. El vocero calificó de alarmantes las informaciones sobre las fugas en los dos gaseoductos y puntualizó que el Gobierno de Rusia exigió una investigación inmediata de las causas de lo sucedido, refirió la agencia rusa de noticias Sputnik.
Por su parte, Ucrania aseguró este martes que esas fugas fueron causadas probablemente por un ataque terrorista planificado por Moscú contra la Unión Europea (UE). “Las ‘filtraciones de gas’ a gran escala Nord Stream 1 no son otra cosa que un ataque terrorista planificado por Rusia y un acto de agresión contra la UE”, afirmó en Twitter el consejero presidencial ucraniano Mijailo Podoliak. Podoliak acusó a Rusia de buscar desestabilizar la situación económica en Europa y provocar un pánico antes del invierno.
Estados unidos decidido a apoyar a Europa occidental
Estados Unidos, por otro lado, dijo estar preparado para apoyar a sus aliados europeos después de las fugas registradas en los gaseoductos Nord Stream 1 y 2 que transportan el gas ruso a Europa occidental, según dijo este martes un alto funcionario de la Casa Blanca.
“No voy a especular sobre la causa, y sé que nuestros socios europeos están investigando. Estamos listos para brindar apoyo a sus esfuerzos”, afirmó hoy un alto funcionario de la Casa Blanca, que pidió el anonimato, citado por la agencia de noticias AFP. “Esto demuestra sencillamente la importancia de nuestros esfuerzos para trabajar juntos para obtener suministros de gas alternativos para Europa, apoyar los esfuerzos para reducir el consumo de gas y acelerar la verdadera independencia energética pasando a una economía de energía limpia”, señaló.
A mediados de junio pasado, Gazprom redujo el flujo por la tubería Nord Stream 1 al 40 por ciento de la capacidad nominal, por motivos técnicos, y a fines de julio rebajó el volumen hasta el 20 por ciento. El 31 de agosto, el trasiego del gas se cortó del todo, para mantenimiento rutinario de una turbina de Siemens, la única que seguía operativa en una estación de compresores cerca de San Petersburgo.
El bombeo de gas iba a reanudarse el 2 de septiembre, pero quedó suspendido hasta nuevo aviso luego de detectarse una fuga de aceite que, según Gazprom, acusa una falla sistémica y, según el fabricante alemán, no es crítica para las operaciones. El segundo gasoducto submarino que conecta a Rusia con Alemania, Nord Stream 2, quedó paralizado en la fase de certificación debido a las medidas restrictivas que Occidente impuso a Moscú en relación con la crisis en Ucrania.