El portavoz de Poder Judicial de Irán, Masud Setayeshí, informó este martes que las dos periodistas que desvelaron el caso de Mahsa Amini -muerta en circunstancias confusas al ser llevada por la policía por tener el velo “mal puesto”- están detenidas por “delitos contra la seguridad nacional” en la República Islámica de Irán. En paralelo, las protestas van por su octava semana y sufren una represión estatal cada vez más dura con la intención de aplicar la “Ley del Talión”, que promueve el “ojo por ojo”.
Las periodistas son Nilufar Hamedi, del periódico local Shargh, quien informó de la detención y posterior muerte de Amini, y Elahe Mohammadi del periódico Ham Mihan, quien cubrió el entierro de la chica de 22 años, donde comenzaron las movilizaciones.
“Estas dos personas fueron detenidas por los cargos de colusión con la intención de cometer delitos contra la seguridad nacional del país y actividades de propaganda contra el sistema“, dijo este martes el portavoz Setayeshí en su rueda de prensa semanal, según la agencia local iraní de noticias ISNA. Para Setayeshí, la decisión sobre el caso está a punto de concluir y añadió que si se plantean nuevas acusaciones contra ellas y se prueba que cometieron hechos delictivos, éstos se agregarán a sus expedientes.
El pasado 29 de octubre, el ministerio de Inteligencia de Irán y la Organización de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria acusaron a las dos reporteras de recibir entrenamiento de la CIA para fomentar las protestas que sacuden al país desde el mes de septiembre. “Las personas que publicaron la primera foto de Mahsa Amini en el hospital, así como la que incitó a la familia de Amini con fotos específicas, recibieron formación especial en esos cursos”, indicaron los servicios de inteligencia iraní en un comunicado.
Mohamad Ajorlu, el marido de la periodista Nilufar Hamedi, indicó en su cuenta de Twitter que esas afirmaciones son falsas: “Niloufar no hizo ninguna foto de Mahsa Amini en la cama del hospital para publicarla“, explicó.
Hamedi y Mohammadi son solo dos de los 45 periodistas y fotógrafos detenidos por realizar su trabajo durante las movilizaciones. Casi todos los medios están en manos de instituciones vinculadas a las autoridades iraníes, y muchos periodistas y activistas independientes se encuentran detenidos.
Octava semana de lucha
Las protestas continúan en diferentes formatos en su octava semana a pesar de las detenciones y represiones por parte de los agentes de seguridad, que no logran silenciar a los jóvenes que quieren el cambio del sistema islámico. Los universitarios de la prestigiosa universidad de Sharif se concentraron este martes en una sala de su universidad para apoyar a sus colegas arrestados y condenar la represión durante sus protestas.
El gran número de participantes en esa reun cantaron de modo unánime un himno llamado “libertad” que llama al levantamiento de la nación en favor de la mujer, la vida y la libertad, y promete que la noche oscura acabará y llegará el amanecer, según imágenes publicadas en la cuenta de Twitter de la asociación islámica de la citada universidad.
Asimismo, la Universidad de Ciencia y Cultura en Teherán fue escenario de protestas contra el sistema de la República Islámica por parte de estudiantes que gritaban “este año la Guardia Revolucionaria tendrá muertos, muerte al sistema”, según vídeos compartidos en Twitter por activistas y periodistas.
Continúan además los gritos y lemas nocturnos desde las ventanas de los hogares contra el sistema teocrático que gobierna en Irán, así como las consignas que escribe la gente sobre los muros en diferentes ciudades. La inteligencia de los Guardianes de la Revolución ha vigilado mediante drones y detenido a varias personas en la provincia sureña de Fars por escribir eslóganes en los muros, informó este martes la agencia local iraní de noticias Tasnim, cercana a esa fuerza de élite.
La revuelta causó al menos 277 muertos y miles de detenidos, según la ONG con sede en Oslo Iran Human Rights (IHR). Irán vive protestas desde la muerte de Amini el 16 de septiembre, luego de ser detenida tres días antes por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico, algo que está siendo duramente reprimido por las fuerzas de seguridad.
Represión cada vez más dura
Las primeras movilizaciones por la libertad de las mujeres se fueron transformando en un movimiento contra el régimen islámico y ganaron fuerza en las calles, universidades, fábricas y colegios. Desde el inicio de las protestas, miles de personas han sido detenidas, incluidos periodistas, abogados, activistas y famosos.
La represión corre el riesgo de acentuarse aún más: una amplia mayoría de los diputados iraníes exigió este domingo que la justicia aplique la “ley del talión” -ojo por ojo, diente por diente- contra los “enemigos de Dios”, a los que identifican con los participantes en los disturbios y con algunos políticos.
Según Icana -agencia de noticias del Parlamento iraní-, “al igual que el grupo Estado Islámico, se han dañado vidas y propiedades de personas con cuchillos y armas de fuego”. Decenas de manifestantes arrestados han sido acusados de crímenes que conllevan la pena de muerte.