El gobierno de Milei está ingresando en una encerrona similar a la que enfrentaron los Chicago boys de Pinochet que luego de reducir drásticamente la inflación heredada de Salvador Allende llegaron a una situación en la que por más ajuste y medidas que tomaban seguía en un nivel alto y no bajaba.
En el caso del equipo económico que lideró Sergio de Castro el piso de la inflación lo encontraron en el 25% anual, en el caso de Milei parece haberse estacionado en un altísimo 4% mensual, la infalción anual que hoy tienen países como Chile, Brasil, México, Uruguay y Paraguay.
El problema para la Argentina de convivir con una inflación mensual del 4% es que sigue siendo muy alta para el tamaño de sacrificio social y económico que impuso Milei, con una caída del PBI que puede terminar en 5 puntos y la pobreza bien arriba del 50%, además de la destrucción del poder adquisitivo de los salarios.
El ritmo de suba de precios dejó de desacelerarse tras la escalada por el salto del dólar para mantenerse constante. Todo indica que el Gobierno volverá a chocar, ahora por cuarta vez, contra la pared de un IPC en la zona del 4% en agosto.
La consultora LCG dio a conocer que la variación de precios pegó un salto en la cuarta semana de agosto en alimentos y bebidas con un incremento general del 1,3%, una aceleración de un punto porcentual en relación con el dato de la semana previa.
Según la consultora EcoGo que dirige Marina Dal Poggetto el IPC se proyecta en un 4.1% mensual. Por su parte Facimex Valores estima una inflación del 4% y la Fundación Libertad y Progreso, del 4,4%. La más optimista es la estimación de Equilibra que arroja un 3,6%.
Con estas proyecciones cuesta entender los números de Javier Milei. Según el Presidente la “verdadera inflación macro argentina” tiene en realidad un ritmo de 5% anual.
La explicación es que hay que restar el componente importado efecto del desplazamiento del dólar en el orden del 2% mensual menos la propia inflación en dólares a la que ubica en el 0.4%. La conclusión es que la inflación es de 1,6%.
Dicho así tampoco cierra, porque el 1.6% anualizado arroja un 20% en 12 meses. Por eso el Presidente descarta el IPC porque tiene componentes que “ensucian” la medición y señaló al índice mayorista como el correcto.
“Si tomo el resto del sistema de precios mayoristas, la inflación vendría viajando al 0,4. Si viene viajando el 0,4 estamos hablando de una inflación en torno al 5 o 6% anual. Es decir, de estar discutiendo una hiperinflación, con niveles del 17.000%, la verdadera inflación macro argentina hoy viaja al 5%”, razonó el Presidente.
Como sea, de comprobarse las estimaciones de las consultoras privadas, el ritmo de suba de precios se mantiene estable por cuarto mes consecutivo.
“Esta es el fenómeno inflacionario puro de la economía Argentina. La desaceleración que logró Milei fue luego del salto brutal por el traslado a precios de la devaluación. Al igual que el 3 adelante que consiguió Sergio Massa trás la disparada por la corrida que se comió Martín Guzman y el salto de precio de mas del 12% luego de la devaluación de agosto. Es la inflación más dificil de bajar y quedó claro que no se resuelve como consecuencia natural del orden de las cuentas públicas”, afirmó a LPO un ex secretario del Ministerio de Economía.
“El camino es largo, le tengo miedo a los triunfalismos. Estuve en Ucrania la semana pasada. Con todo lo que sabemos que pasa allá, la inflación anual es de 5%. Me preocupa si festejamos un 4% de inflación mensual. Me preocupa que en los últimos meses la (inflación) subyacente mostró señales de estabilidad cuando quedan muchos ajustes por hacer, como el cepo o las tarifas”, dijo el ex ministro Alfonso Prat Gay.