Ecuador se prepara para elegir a su próximo presidente el 9 de febrero, en un contexto marcado por una profunda polarización.
El presidente Daniel Noboa y la correísta Luisa González concentran casi el 80% de las intenciones de voto a pesar que hay habilitados 16 candidaturas, según la última encuesta de la consultora Negocios & Estrategias a la que accedió LPO.
El último relevamiento, el director Iván Sierra Director confirma que González encabeza la intención de voto con una ventaja de seis puntos porcentuales sobre Noboa con 40% de votos totales contra un 34 de Daniel Noboa y un 12 por ciento de votos nulos.
Este escenario refleja un fuerte rechazo hacia la reelección del actual presidente del 63% de los ecuatorianos que se opone a que Noboa continúe en el cargo, mientras que solo un 33% apoya su continuidad.
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En caso de una eventual segunda vuelta, el escenario tampoco es favorable al actual presidente, ya que, Noboa enfrenta un nivel de rechazo del 54%, significativamente superior al 43% que tiene González. “Esto sugiere que la crisis económica y de inseguridad que atraviesa Ecuador no le permite despegar”, afirma la encuesta.
A su vez, un 85% de los ecuatorianos ya tiene decidido su voto, aunque el 31% lo reconsideraría solo en caso de eventos significativos. Cabe señalar que la elección que eligió a Noboa para completar el mandato de Guillermo Lasso estuvo marcado por el asesinato de unos de los candidatos, tragedia que cambio la dirección de la campaña.
De todas formas, el dato del procentaje de ecuatorianos que tiene decidido su voto evidencia la fuerte polarización que atraviesa el país, con el 54% de los votantes firmemente seguros de su elección.
En medio de la cuenta regresiva para la elección, Ecuador realizó su primer debate presidencial. Fuentes que estuvieron en la organización plantean que “fue un mal debate, mal organizado, muy aburrido y con muchos candidatos. Tantos que tuvieron que dividirlos en dos tandas y que en la primera tanda estaba Noboa y en la segunda Luisa, con lo cual no se cruzaron, dándole menos importancia al debate”.
“El esquema fue muy aburrido y se notaba que estaba todo coordinado entre los distintos candidatos porque se presentaba un tema que exponían un minuto y medio y después tenían una pregunta de 45 segundos una respuesta, otra pregunta y vos veías que hacían las preguntas con papelitos y preguntas”, agregó.
En el correismo explicaron a LPO que el debate “no tuvo ninguna espectacularidad ni fue llamativo. Luisa tuvo un mal arranque y después fue tomando un poco de color y mejorando. Algo que sí Luisa se atrevió a hacer que el resto no es tratar el tema de los cuatro Guayaquil. Luisa mucho mejor preparada que lo que fue el primer debate hace un año y Noboa pasó sin pena ni gloria te diría”.