El exministro de Seguridad de Córdoba Alfonso Mosquera consideró este jueves que el crimen del adolescente de 17 años Valentín Blas Correas, durante un operativo de control vehicular en la capital provincial en 2020, constituye “una de las páginas más oscuras de la policía” cordobesa, ya que se trató de un hecho de “violencia institucional y violatorio de los derechos humanos”.
Mosquera se expresó así al declarar como testigo en el juicio por jurados al que son sometidos 13 policías por el crimen cometido en agosto de 2020 y el posterior encubrimiento.
El exministro y actual legislador provincial, quien estaba entonces a cargo del área de Seguridad, dijo en la 24ta.audiencia del debate que lleva adelante el tribunal técnico de la Cámara 8va. del Crimen, que el asesinato de Blas “constituye una de las páginas más oscuras de la policía de Córdoba”.
Seguidamente añadió que se trató de un acto de “violencia institucional y flagrantemente violatorio de los derechos humanos”.
Ante la consulta de por qué consideraba que hubo violencia institucional, Mosquera respondió que del hecho criminal participaron funcionarios policiales en actividad que “infringieron todas las normas legales y de procedimientos”, además del “acuerdo delictual” para disparar al automóvil donde se movilizaba Blas con sus cuatro amigos.
Asimismo el exministro de Seguridad consideró que la conducta de los policías Javier Alarcón y Lucas Gómez de disparar a un vehículo en movimiento, fue una “reminiscencia clara de las etapas más críticas de la represión ilegal”.
“Si no había intercambio de disparos de arma de fuego; si no había sido el automóvil un arma impropia, no había ninguna causa para que abrieran fuego” los efectivos policiales, aseveró en su testimonio el exfuncionario.
Asimismo, afirmó que cuando tomó conocimiento de los hechos le informó al gobernador Juan Schiaretti, a quien, dijo, “nunca” vio “tan apesadumbrado por la situación” en sus más de 30 años de actividad.
“Me dio directivas concretas para ponerme en contacto con la familia y de llegar a fondo con este hecho aberrante”, agregó Mosquera, quien había sido duramente cuestionado semanas atrás por otros jefes policiales que declararon en el debate.
Uno de ellos fue el exsubdirector general de Seguridad Zona Sur de la ciudad de Córdoba, comisario retirado Gonzalo Cumplido, quien dijo que Mosquera “evadió todas sus responsabilidades” y lo acusó de prohibirle visitar a la familia de Blas para manifestarle sus condolencias: “Vos no vas a ningún lado. Esa familia está haciendo política”, aseguró que le respondió el exministro.
En otro tramo de su testimonio se le hizo escuchar un audio, de una conversación con un jefe policial, en donde alertaba sobre posibles disturbios debido a que la víctima era de la “clase media y se temía un desborde social”.
También calificó de “aberrante” que luego de los disparos al automóvil los policías hayan “implantado un arma trucha” para tratar de justificar la balacera e “inculpar” a los adolescentes con un falso enfrentamiento.
Se le preguntó también por qué el suboficial Alarcón, habiendo reprobado el curso obligatorio de tiro, estaba armado y activo, a lo que Mosquera respondió que eso era un “responsabilidad” de la actual jefa de la Policía, Liliana Zárate Belleti, quien al momento del hecho era la directora general de Recursos Humanos.
“Es grave que una persona que no está apta para portar un arma de fuego lo haga”, remarcó Mosquera.
El juicio y los acusados
En este juicio se debate el hecho ocurrido la madrugada del 6 de agosto del 2020, cuando Blas y cuatros amigos adolescentes circulaban en un automóvil Fiat Argo por el barrio Colinas, en el sur de la capital cordobesa.
En ese trayecto evadieron un control policial porque el conductor se asustó al ver que uno de los policías había desenfundado un arma, seguidamente dos efectivos dispararon contra el rodado y uno de los proyectiles impactó en la espalda de Blas, quien murió.
Por el homicidio se encuentran acusados el cabo primero Gómez (37) que, según la fiscalía, efectuó cuatro disparos con su arma reglamentaria, una de las balas impactó en Blas, y el cabo primero Javier Catriel Alarcón (33), quien disparó en dos oportunidades.
Ambos afrontan cargos como “coautores de homicidio calificado por haber sido cometido en abuso de su función y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego, homicidio calificado por abuso de su función en grado de tentativa reiterado -cuatro hechos- y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego en grado de tentativa reiterado -cuatro hechos”.
Los restantes acusados, todos policías, son Sergio Alejandro González, Wanda Micaela Esquivel, Yamila Florencia Martínez, Walter Eduardo Soria, Enzo Gustavo Quiroga, Jorge Ariel Galleguill o, Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Emanuel Toloza, Ezequiel Agustín Vélez, Leandro Alexis Quevedo y Juan Antonio Gatica.
Los cargos que enfrentan son de “falso testimonio, encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la calidad funcional y omisión de deberes de funcionario público”, ya que se les imputa, entre otras cosas, haber “plantado” un arma para simular un enfrentamiento con los chicos.