La cumbre del G20 en Indonesia aumentó la presión internacional para poner fin a la guerra en Ucrania, que está poniendo en riesgo la seguridad alimentaria mundial. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo que las condiciones de Ucrania para iniciar conversaciones de paz no son realistas.
A pesar de las divisiones internacionales, las delegaciones, incluida Rusia, pactaron un borrador de comunicado final que subraya el sufrimiento causado por el conflicto. “La mayoría de miembros condenaron con firmeza la guerra en Ucrania”, señala el comunicado.
El escrito, todavía pendiente de aprobación final de los líderes, declara que el uso de armas nucleares o la amenaza de recurrir a ellas es inadmisible, en un mensaje velado al presidente ruso Vladimir Putin, pero también reconoce que existen otros puntos de vista en el bloque.
Ucrania pone trabas para la paz
Al margen de la cumbre del G20, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, remarcó que la condiciones ucranianas para iniciar conversaciones de paz no son realistas. “Todos los problemas proceden de la parte ucraniana que rechaza categóricamente negociaciones y avanza reivindicaciones que son manifiestamente no realistas”, afirmó Lavrov. “El proceso de resolución se ve frenado por Ucrania”, agregó. El ministro ruso dijo que expuso esta posición en su reunión con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz.
Ucrania exige la retirada de las tropas rusas de su territorio y la restauración de su integridad territorial, después de que Moscú reivindicara la anexión de cuatro regiones ucranianas a finales de septiembre, además de la península de Crimea, que es parte de Rusia desde 2014. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó tras estas anexiones que no va a negociar con el presidente ruso, Vladimir Putin.
La contraofensiva militar permitió que Ucrania, con la ayuda del armamento enviado por países occidentales, reconquistara varios territorios perdidos, infligiendo severas derrotas para las tropas rusas. Lavrov reiteró su acusación de que Occidente lleva a cabo una “guerra híbrida” contra Rusia utilizando Ucrania. Además, volvió a afirmar que Moscú se vio obligado a lanzar la ofensiva contra el país vecino para defender y proteger a las poblaciones de habla rusa.
La guerra y el hambre
Los llamados a la paz comenzaron desde la misma inauguración de la cumbre por parte del presidente indonesio Joko Widodo, quien se mantuvo neutral durante el conflicto. “Tenemos que terminar la guerra. Si la guerra no termina, será difícil para el mundo avanzar“, dijo Widodo, advirtiendo que el mundo no puede caer en otra guerra fría.
El conflicto en Ucrania y sus devastadoras consecuencias monopolizaron la primera sesión de debate de la cumbre, dedicada a la seguridad alimentaria y energética. Las delegaciones incluyeron en el borrador del comunicado final un llamado a renovar el pacto entre Moscú y Kiev para permitir la exportación de cereales ucranianos, que caduca el 19 de noviembre, una petición a la que se sumó Zelenski. El acuerdo cerrado en julio con la intervención de la ONU y Turquía permitió empezar a exportar los veinte millones de toneladas de cereales bloqueadas por el conflicto en Ucrania, uno de los principales productores mundiales de grano.
Entre los países del G20 figuran algunos de los más castigados por la inflación como es el ejemplo de Turquía o la Argentina. “En el hemisferio sur los alimentos se encarecen o faltan y lo que termina matando no son las balas o los misiles, sino la pobreza y el hambre“, dijo el canciller argentino Santiago Cafiero, quien sustituyó en los debates iniciales al presidente Alberto Fernández que se encontraba en reposo por una gastritis.
Incluso países habitualmente cercanos a Moscú como China o India se sumaron a los pedidos de paz, aunque sin apuntar directamente a Rusia. En su intervención, Xi Jinping expresó su firme oposición al uso como arma de los problemas alimenticios y energéticos, aunque también criticó las sanciones occidentales contra Moscú. Además, luego de una reunión con el presidente estadounidense Joe Biden para poner límites a la creciente rivalidad entre las dos potencias, Xi coincidió con su interlocutor en denunciar las amenazas de usar armas nucleares en el conflicto.
La prorroga del acuerdo de cereales
El enviado de Rusia al G20 afirmó este martes que aún se mantienen los obstáculos para la prórroga del acuerdo sobre cereales debido a los problemas para la exportación de cereales y fertilizantes rusos, pero que el secretario general de la ONU, António Guterres, prometió su levantamiento.
“Hoy, en la reunión, el secretario general habló sobre las promesas, incluso en el papel, que le transmitieron EE.UU. y la Unión Europea. Diría que parecen tener buenas intenciones”, señaló en una rueda de prensa Lavrov tras su participación en la cumbre, donde se reunió con Guterres.”Si se cumplen, entonces se eliminarán los obstáculos a la exportación de nuestros fertilizantes y cereales. Pero el punto central no está en los documentos, sino en cómo se implementarán en la práctica las promesas”, recalcó.
Según Lavrov, el secretario general de la ONU indicó, en referencia a sus colegas occidentales, que todos los operadores económicos involucrados en la cadena de suministro de fertilizantes y cereales rusos recibieron señales de que no serán sancionados. Esto incluye, añadió Lavrov, los permisos de entrada de barcos rusos en los puertos europeos, la entrada de barcos extranjeros en los puertos rusos y el trabajo sin obstáculos del banco agrícola ruso, Rosselkhozbank, para las transferencias y pagos
El ministro ruso señaló que la secretaría de la ONU y Guterres personalmente “están haciendo todo lo posible” para eliminar los obstáculos que impiden la exportación de cereales y fertilizante rusos, pero, después de cinco meses de funcionamiento del acuerdo de grano, en general aún no se han logrado resultados prácticos.