El Gobierno finalmente firmó con el laboratorio AstraZeneca un acuerdo para el suministro durante el primer semestre de 2021 de más de 22 millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19 que se encuentra en ensayos de fase III y desarrolla junto a la Universidad de Oxford.
Se trata del acuerdo cerrado por el empresario local Hugo Sigman que Alberto Fernández había descartado porque le exigían firmar en el contrato de compra la imposibilidad de reclamar si la vacuna no funciona, que se sumaba a la ley sancionada para que sólo se pueda litigar en sus países de origen.
El presidente rechazó esa exigencia y cerró un acuerdo con Rusia para la llegada de una primera tanda de vacunas. Después de un diálogo con su presidente Vladimir Putin, garantizó que será una negociación entre Estados, sin intermediarios. Esa movida fue contra las prioridades de Ginés Gonzáles García, de muy buena relación con Sigman y muy crítico de la vacuna rusa.
De hecho, ese posicionamiento le trajo algunos roces con Axel Kicillof y su ministro Daniel Gollán, que dentro de la coalición oficial eran quienes más empujaban el acuerdo con Rusia. “Axel está eufórico”, confirmaron a LPO fuentes que lo vieron luego que se anunciar el acuerdo con el gobierno de Putin.
Sin embargo, este sábado Ginés anunció que se retomaba el vínculo con AstraZeneca para las primeras entregas en el primer semestre de 2021, cuando el Gobierno teme un segundo brote si no cuenta con dosis para enfrentarlo. Sin aclarar los términos del contrato y si se logró eliminar la cláusula que le da indemnidad al laboratorio aún cuando la vacuna no funcione, se anunció la compra de 22 millones de dósis.