El precio de las materias primas, la inflación y la cadena de abastecimiento de insumos hacen imposible mantener el valor del pan aseguran los comerciantes.
El precio del pan superó los $100 el kilo en algunos barrios de la Ciudad de Buenos Aires, y los panaderos prevén que el costo aumente durante 2019 por el incremento de la harina.
Una panadería necesita 100 bolsas de 50 kilos de harina para cumplir con su producción diaria. A mil pesos la bolsa son 100 mil pesos de movida para encarar la jornada, según cifras publicadas por Clarín.
El costo de la harina, por lo tanto, se verá modificado por el aumento del precio de la harina, aunque más por culpa de los molinos que de los productores de trigo o los vendedores de pan, según José Álvarez, presidente del Centro de Industriales Panaderos de Buenos Aires.
“Es cierto que (los molinos) tienen más gastos por el aumento de la nafta y los servicios”, convino Álvarez.
“Sin embargo, ellos a nosotros nos cobran la logística, el traslado, el precio, más el IVA, y ellos, cuando va a comprar el trigo al campo, que transportan en camiones, no pagan el flete y se lo cobran al productor”, explicó.
Para Mario Véliz, ex vicepresidente de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA), la presión tributaria es un factor igual de importante que el precio de la harina.
El precio del pan, explicó Véliz, se compone “un 35% del valor de la materia prima, un 45% de los impuestos y el resto pertenece a la mano de obra”.
La harina subió un 100% en los últimos 12 meses, y desde el sector panadero prevén que suba más durante 2019. Así, en panaderías de Palermo o Recoleta el kilo ya está a $110, y desde ahí la marca baja a $80.