La energía rusa continúa fluyendo hacia Estados Unidos, las naciones miembros de la Unión Europea y otros países que han impuesto las sanciones más duras a Moscú, una situación que podría mitigar el impacto de los castigos diseñados para paralizar la capacidad del Kremlin para financiar la guerra en Ucrania.
Mientras que un gran número de aliados occidentales acordaron frenar la importación de crudo y productos refinados del petróleo ruso como castigo por la invasión de Vladimir Putin, otros países se negaron a hacerlo y están aprovechando la crisis para conseguir importantes descuentos. Podría decirse que India es el mejor ejemplo de esa situación, con sus importaciones de crudo barato de Rusia aumentando de cero en enero y febrero a un récord de 950 mil barriles por día en junio.
Y al mismo tiempo las principales refinerías indias en la costa oeste, que es el principal destino del crudo ruso, están vendiendo enormes cantidades de productos refinados a Estados Unidos y Europa, según le dijeron a The Independent dos firmas líderes de análisis del mercado petrolero. Una vez que India procesa el petróleo y lo vende, es imposible decir exactamente cuánto del producto final se puede rastrear en Moscú, pero los analistas están de acuerdo en que al menos un pequeño porcentaje habrá empezado su viaje en Rusia y terminado en un país que ha promulgado sanciones relacionadas con Ucrania, aunque no necesariamente relativas a la energía.
Petro-Logistics, una firma de análisis de comercio de petróleo con sede en Ginebra, estima en un informe que se exportan 308 mil barriles por día de productos petroleros indios refinados a partir de crudo ruso desde que se inició la guerra en Ucrania. De esa cantidad, estima que 113 mil barriles diarios (37 por ciento) van a Asia, incluidos algunos países con sanciones a Rusia, y 26 mil barriles diarios (8,4 por ciento) van a Europa.
La proporción de las exportaciones indias de productos de petróleo limpios (como el querosén o el diesel) que van a Europa aumentó al 15 por ciento este año, frente al 13 por ciento del año pasado, según el analista Kpler, que rastrea el petróleo en un análisis buque por buque. El Reino Unido ahora representa el tres por ciento de las exportaciones de productos limpios de la India, frente al 1,4 por ciento en 2021.
Kpler dice que la escala a la que India ahora importa petróleo ruso significa que es “altamente probable” que al menos una parte termine en países que han impuesto sanciones a Rusia. Si bien junio fue el pico, durante los primeros ocho meses de 2022, las compras de petróleo ruso por parte de India promediaron 460 mil barriles por día. Eso se compara con solo 28 mil barriles por día durante el mismo período en 2021, plantea Kpler.
“Dado que el crudo ruso representó casi el 20 por ciento de las importaciones de crudo de India en los últimos meses, parece muy probable que los países que han prohibido o se han alejado de las importaciones de crudo ruso sigan importando productos limpios que fueron refinados a partir de material ruso”, dice Matthew Smith, el principal analista de Kpler. “Sin embargo lo interesante es que Estados Unidos tiene una prohibición sobre la energía rusa desde abril, pero está importando todo tipo de productos de las refinerías indias”, agrega Smith.
El ocho de marzo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva para prohibir “la importación de petróleo, gas natural licuado y carbón rusos a Estados Unidos” con el fin de “privar al presidente Putin de los recursos económicos que utiliza para continuar su guerra innecesaria”, de acuerdo a un comunicado de la Casa Blanca.
Kannan Ramaswamy, experto en el sector energético de la Universidad Estatal de Arizona, está de acuerdo en que existe una gran posibilidad de que el petróleo ruso llegue a países que aparentemente han dejado de comprarlo, y que no sería exagerado decir que esto se está haciendo deliberadamente de una manera que oscurece los orígenes del cargamento.
“No deberíamos sorprendernos si parte del petróleo sancionado llega a las costas de los países sancionadores, ya que esta no sería la primera vez que las empresas y los países se abren camino cuidadosamente para evitar la trampa de las sanciones”, advierte Ramaswamy, quien agrega: “Se ha demostrado que los países tienen los medios para transbordar cargas bastante importantes”.
Una refinería en Jamnagar perteneciente al conglomerado empresarial más grande de India, Reliance Industries, es el principal destino del crudo ruso. La refinería de Jamnagar también ha representado casi el 80 por ciento de las exportaciones de la India con destino a los Estados Unidos, y el 70 por ciento de ellas a Europa este año, estima Kpler.
Entre los países que han impuesto sanciones de algún tipo a Rusia, no necesariamente en materia de energía, los principales importadores de India son Corea del Sur, que importa 31 mil barriles por día, y Singapur, que importa 23 mil barriles por día. Estados Unidos, Australia y Países Bajos también se encuentran entre los principales importadores de productos derivados del petróleo de la India.
China e India, los beneficiados
Smith dice que China e India, el mayor y el tercer importador de petróleo del mundo respectivamente, son los “mayores beneficiarios de la guerra con Ucrania”. “Esto se debe a que pueden comprar crudo ruso a una tasa con un gran descuento”, explica Smith, quien añade: “India está en una posición doblemente ventajosa, porque puede refinar ese crudo barato y luego puede enviar esos productos refinados de regreso a Europa”.
Daniel Gerber, director ejecutivo de Petro-Logistics, señala que se necesita un análisis bastante simple para decir que al menos parte del petróleo crudo ruso está llegando, a través de terceros países, a naciones con algún tipo de sanciones a Rusia. Gerber llegó a esta conclusión después de evaluar cada carga específica que se descarga en India, incluidas las de Rusia.
“El mundo sabe que las refinerías indias están comprando petróleo crudo ruso”, dice Gerber. “Nuestro análisis simple muestra que un pequeño porcentaje de las exportaciones de productos de la India se crean refinando el petróleo crudo ruso. Un porcentaje aún menor de esas exportaciones de productos puede ir a países con algún tipo de sanciones a Rusia (no necesariamente relacionadas con la energía)”, plantea Gerber, quien reconoce que es muy difícil, si no imposible, rastrear el origen de barriles individuales (y de hecho moléculas) de petróleo después de que los productos hayan pasado por un sistema de refinería y se hayan almacenado en tanques.
Mientras arremete contra Occidente por exhibir un “doble standard” en su respuesta al conflicto de Ucrania, Denis Alipov, el embajador ruso en India, dijo que el auge del comercio entre India y Rusia es una prueba de que las sanciones occidentales han fracasado. “Aquellos que en Occidente critican a la India no solo guardan silencio astutamente sobre el hecho de que ellos mismos compran activamente recursos energéticos rusos, eximiéndolos de sus propias sanciones ilegítimas, sino que al hacerlo demuestran explícitamente su posición sin principios y su doble standard mientras afirman lo contrario”. expresó Alipov.
India, que tiene un largo historial de seguir una estrategia no alineada en política internacional, ha expresado su preocupación por el conflicto en Ucrania pero no ha criticado directamente a Rusia ni se ha unido a Occidente para imponer sanciones. Nueva Delhi trata de justificar sus grandes compras de petróleo diciendo que es trabajo del gobierno velar por los intereses de sus propios ciudadanos y que las importaciones son parte de una “estrategia de gestión de la inflación”.
“Las instrucciones del primer ministro Modi fueron que en primer lugar debemos pensar en nuestra gente”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de India, Subrahmanyam Jaishankar, cuando se le preguntó sobre el tema. “Si surge algún problema en el mundo, no debemos interferir en él. Esto también es una especie de dogma. Tal vez en 1950 o 60 no teníamos capacidad. Teníamos nuestros propios intereses. Pero ahora, hace solo unos días, hemos alcanzado el quinto lugar en el mundo en economía“, planteó Jaishankar.
Ramaswamy está de acuerdo en que las críticas occidentales a India por comprar más petróleo ruso están “fuera de lugar”, calificándolas de un ejemplo clásico del ‘haz lo que yo digo pero no lo que yo hago’. “Todas las potencias occidentales tienen un historial de comportamiento egoísta a expensas del bien común. Es una hipocresía asombrosa esperar que India sea más ‘cooperativa’ que otros”, advierte el experto en energía.
Las propias necesidades económicas de India, su historial de relaciones amistosas con Rusia y su política general de no alineamiento internacional significan que sería más sorprendente que Nueva Delhi no aceptara los grandes beneficios que ofrece Moscú, argumenta Ramaswamy.
De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.