Martín Santiago Del Río, el hombre detenido como sospechoso del doble crimen de sus padres, hallados asesinados a balazos dentro de su auto en su propia casa hace dos semanas en el partido bonaerense de Vicente López, declaró esta nochepor más de tres horas ante los fiscales del caso, ante quienes le aseguró ser inocente.
Fuentes judiciales aseguraron a Télam que la indagatoria, realizada en la sede de la Fiscalía General de San Isidro, ubicada en la calle Acassuso 476, de esa localidad del norte del conurbano, estuvo a cargo de Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería, quienes conforman el equipo de fiscales que lleva adelante el expediente por el doble crimen de José Enrique Del Río (74) y María Mercedes Alonso (72).
La indagatoria
Los fiscales le imputaron a Del Río hijo el “doble homicidio cuádruplemente calificado por el vínculo, la alevosía, por criminis causa (matar para lograr la impunidad) y por el uso de arma de fuego”, delito que prevé como única pena la prisión perpetua.
Voceros judiciales informaron a Télam que Del Río, asistido por la defensora oficial Liliana Cucurullo, comenzó a declarar alrededor de las 17 y su indagatoria se extendió por más de tres horas en las cuales, al dar su versión de los hechos, se declaró inocente y brindó una coartada para justificar qué hizo el día del crimen.
La testigo
En tanto, la mujer de nombre Paola que mantenía una relación extramatrimonial con el acusado intentó suicidarse con pastillas y dejó una carta en la que lamentaba haber sido manipulada por un “psicópata”, aunque se encontraba fuera de peligro.
Al declarar como testigo el miércoles ante los investigadores, esta mujer comprometió al acusado, dijeron los investigadores.
La situación del hijo sospechoso
Tras ser indagado, Del Río continuará detenido y los fiscales cuentan con 15 días, prorrogables por otros 15, para solicitar al juez de Garantías 1 de San Isidro, Ricardo Costa, que dicte su prisión preventiva.
Para el equipo de fiscales, el menor de los hijos de Del Río fue quien el pasado 24 de agosto por la tarde ejecutó a su padres en la casona de la calle Melo al 1100 con una pistola calibre 9 milímetros que faltaba en la casa.
Luego de ser detenido cuando arribaba a su domicilio en el country Nordelta de Tigre, Del Río pasó la noche en los calabozos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro, desde donde después del mediodía fue trasladado a la fiscalía general.
Del Río hijo mantuvo un extenso encuentro con su defensora oficial, con quien planificó durante más de dos horas lo que sería su declaración indagatoria, explicaron las fuentes.
El miécoles, los fiscales realizaron tres allanamientos: uno en la casa del imputado en el barrio Barrancas del Lago de Nordelta, otro en la vivienda que los padres en el country San Diego de Moreno y el tercero en la casa de Vicente López de una mujer, identificada por las fuentes solo como “Paola”, a quien se le secuestró el celular y quien fue llevada a declarar como testigo.
“Esta mujer reconoció en su declaración tener una relación con el imputado. Y de alguna manera, aunque detalles aún no se puede revelar, podemos decir que lo complicó en la causa”, afirmó a Télam una fuente judicial.
Las pruebas
En los allanamientos se secuestraron monedas de colección, una laptop, celulares y dentro de la camioneta Mercedes Benz color negra del detenido, una bolsa de la inmobiliaria “Remax” –blanca con vivos rojos y azules-, idéntica a la que lleva el presunto parricida cuando se retira de la escena del crimen y donde los pesquisas creen que se llevó el DVR con las imágenes de las cámaras de seguridad de la casa de sus padres y algunos otros elementos faltantes.
A su vez, María Ninfa “Nina” Aquino (64), la empleada del matrimonio Del Río que estuvo casi 13 días detenida como presunta “entregadora” y ayer por la tarde fue liberada, aseguró hoy en conferencia de prensa que nunca sospechó del hijo menor de las víctimas, y consideró que su madre, “si lo está viendo desde el cielo, está muy enojada”.
La aprehensión de Martín Del Río, quien hasta ayer era particular damnificado en la causa junto a su hermano Diego, se precipitó anoche luego de que justamente el juez Costa dictó el cese de detención de Aquino y anticipara en su resolución que había otra línea de investigación que la desvinculaba.
Según las fuentes, a Del Río hijo lo comprometen una serie de contradicciones sobre lo que hizo el día del hecho y especialmente unos videos donde los investigadores lo detectaron caminando desde el barrio porteño de Núñez hasta la casa de sus padres en Vicente López, en el horario en el que se cree fue cometido el doble asesinato el miércoles 24 de agosto último, entre las 17.30 y las 18.30.
En algunas de esas imágenes, y luego de haber dejado estacionada su camioneta en la zona de avenida Del Libertador y Campos Salles de Núñez, se ve al sospechoso caminando las 30 cuadras que hay hasta la casona de sus padres en la esquina de Melo y Gaspar Campos de Vicente López, pero cubierto con barbijo, gorra y la capucha de un buzo azul.
“Dejó el celular encendido dentro del vehículo para despistar. A la ida fue con un buzo azul encapuchado, de vuelta también se puso encima una campera gris”, explicó un investigador.
La clave para reconocerlo en los videos es que Del Río hijo tiene una particular forma de caminar con una leve renguera, que fue advertida en las imágenes y “reconocida por algún miembro de su entorno”, detalló una de las fuentes.
Los voceros revelaron que “el móvil podría ser económico”, ya que se detectó que el ahora imputado tiene deudas y realizó algún desmanejo con el dinero, los negocios y las propiedades de sus padres.
En ese marco, lo que un investigador definió como “la mudanza que nunca ocurrió ni iba a ocurrir” de sus padres al exclusivo edificio Chateau Libertador de Núñez, pudo ser el detonante del parricidio, ya que los padres creían que se mudaban esa semana y se determinó que Martín había pagado solo cuatro cuotas de 10.000 dólares y para tomar posesión del inmueble faltaban otras 36 cuotas y un refuerzo de 1.700.000 dólares.
Los fiscales creen que el día del hecho, Del Río hijo llegó a la casona de la calle Melo, que con alguna excusa –quizás ir a visitar el departamento de Núñez-, convenció a sus padres para subirse al auto Mercedes Benz E350 estacionado en la cochera de la propiedad y que desde el asiento trasero los ejecutó con una de las dos armas faltantes en la casa, una pistola calibre 9 milímetros que su papá guardaba en la mesa de luz de su cuarto.