La negociación por el presupuesto de Axel Kicillof se complica. El PRO y la UCR mantuvieron una reunión breve y tensa con el ministro de Economía, Pablo López. Allí dejaron claro que tal como está redactada no van a acompañar la Ley Fiscal.
El gobierno convocó en la sede del ministerio a los legisladores. Se armaron reuniones separadas de acuerdo a la cercanía con el gobierno. López y un grupo de legisladores del peronismo los esperaron con un power point que el ministro ni siquiera pudo empezar a proyectar.
Es que los senadores y diputados del PRO y el radicalismo llevaron una postura común: plantearon que el paquete de leyes del presupuesto no se aprueba si no se incluyen cambios en la ley que define la suba de impuestos para el año próximo.
Como adelantó LPO, ese sector de la oposición quiere quitarle todas las discrecionalidades que se incluyeron en la Ley Fiscal. La postura tiene que ver con la votación del año pasado cuando la oposición dejó pasar la letra chica de esa ley que posibilitó a Kicillof modificar luego coeficientes y alícuotas a discreción.
Eso disparó algunos impuestos muy por encima de lo pautado en la ley, entre ellos el Impuesto Inmobiliario Rural. Por caso, los productores denunciaron en noviembre que la cuota 4 de ese tributo llegó con un aumento del 100% con respecto a la cuota 3, acumulando durante el año una suba de más del 300%.
Pero además hubo otra advertencia no menor: no habrá negociación posible hasta tanto el gobierno de Kicillof pague la cuarta cuota del fondo para obras acordado en diciembre pasado. “No podemos negociar 2025, si no se cumple lo acordado para este año. Es una cuestión básica”, dicen.
Se trata de la cuarta cuota del Fondo de Infraestructura Municipal (FIM), incluido en la negociación del presupuesto de diciembre pasado. A diferencia de años anteriores -y en función de la falta de transferencias del gobierno nacional- ese fondo este año sólo estuvo afectado a la obra pública, sino que eran de libre disponibilidad para los intendentes.
Romo dice que no leyó el presupuesto de Kicillof y le pidió ayuda a Caputo
El PRO y el radicalismo que responde a Maximiliano Abad son los bloques que tomaron la postura más dura en la negociación por el presupuesto.
Esos bloques pegaron el faltazo la semana pasada a un asado en la residencia del presidente de Diputados donde el peronismo buscó un acercamiento inicial con la oposición. Allí estuvieron los bloques más dialoguistas como la UCR de Manes y los aliados que conduce incluso Agustín Romo, jefe del bloque de La Libertad Avanza.
Ese sector de la oposición buscará plantear además la duración de las emergencias que Kicillof incluye en la negociación del presupuesto. Se trata de las emergencias económica, productiva, y energética (Ley 15.165); emergencia en seguridad (14.806); emergencia en Infraestructura (Ley 14.812) y emergencia Administrativa (Ley 14.815).
Estas emergencias suelen tener un plazo de un año y se discuten junto con el paquete de leyes que conforma la negociación por el presupuesto. La idea del PRO es reducir el plazo de esas emergencias para forzar que el Ejecutivo deba enviar a mitad del año próximo un nuevo pedido a los senadores y diputados.
La diferencia es que para el período 2024 se le dio carácter de libre disponibilidad, además de que se trató de recursos no reembolsables. Entonces, muchos distritos lo usaron, por ejemplo, para pagar salarios de los trabajadores municipales, entre otros ítems.
Intendentes de diferentes espacios políticos empezaron a moverse para que este 2025 también funcione el Fondo de Fortalecimiento Fiscal Municipal. Fue uno de los temas que también plantearon legisladores de la oposición en el marco de una reunión con el ministro de Economía, Pablo López, que se dio en este jueves en la sede del ministerio en La Plata.