La reunión tuvo una tensión poco habitual en el peronismo de esta época. Máximo Kirchner abandonó su habitual tono campechano y luego de anunciar que declinaba su intento de presidir el PJ bonaerense, lanzó una advertencia: “Voy a armar en todos los distritos”.
El dueño de casa, Martín Insaurralde lo escuchaba atentamente. El intendente de Lomas de Zamora selló una alianza muy sólida con Máximo y fue uno de los que impulsó su desembarco en el PJ bonaerense. Pero nadie esperaba que Fernando Gray y Héctor Menendez, que se turnan año de por medio en la presidencia del partido, se negaran a renunciar.
Durante las últimas semanas se libró esta batalla de manera soterrada, que anticipa la tensión por el armado de las listas para el año próximo. Contar con el control del instrumento electoral no es un tema menor, pero el tema de fondo es más denso. LPO reveló en su momento que Alberto ya dejó trascender que el año que viene buscará unir fuerzas con gobernadores e intendentes para impedir que Cristina y La Cámpora hegemonicen el armado de las listas. El primer round fue la pelea por el PJ bonaerense.
En la reunión estuvo Axel Kicillof, que tiene sus propias tensiones y acuerdos con los intendentes. También los ministros Wado de Pedro y Gabriel Katopodis, el primero integrante de La Cámpora, el segundo cercano a Alberto y un grupo de intendentes. Acaso por eso, luego de hacer una referencia irónica a Gray, Menendez y Juanchi Zabaleta -acaso el intendente más cercano a Alberto-, Máximo le dijo a Kato: “Voy a armar distrito por distrito, vos Kato anda y contales”, le dijo al ministro de Obras Públicas, que por ahora está asegurando un buen nivel de obras en los distritos de sus pares, tema clave para la elección. Según quien lo cuente la advertencia de Máximo fue para todos los intendentes o sólo para los díscolos.
Máximo reveló en la reunión que Alberto le pidió en las pasadas elecciones que no presentara lista en San Martín -distrito de Katopodis- y en Hurlingham -municipio que gobierna Zabaleta. Y cumplió. Quedó flotando la idea que acaso su asunción en el PJ bonaerense estuvo conversada con el ahora presidente.
La tensión se veía venir. En el acto que Cristina Kirchner encabezó en La Plata junto a Kicillof y Alberto, no estuvieron los veinte intendentes peronistas del Conurbano. Y en el brindis de despedida del año de este miércoles en Lomas de Zamora, también hubo ausencias importantes. Gray, Menendez, Zabaleta y su par de Ituzaingo, Alberto Descalzo, no se sumaron al almuerzo. Para uno de los asistentes al almuerzo: “Máximo salió fortalecido porque estaban la mayoría de los intendentes”.
Es verdad que La Cámpora no tiene ningún representante en el PJ bonaerense, pese a ser la organización mas importante del peronismo de la provincia. La situación tiene una explicación: En el 2017 cuando se eligió a la actual conducción, La Cámpora corrió con el selló Unidad Ciudadana y no se sumó al PJ.
Por eso, en el entorno de Gray y Menenedez se escudan en que más allá de su decisión personal, para que Máxicmo asuma en el PJ deberían renunciar los 49 miembros del Consejo del partido y los 1000 congresales. Entre los consejeros hay pesos pesados como Pablo Moyano, Pignanelli y Plaini, que al parecer no tienen ganas de perderse el año de mandato que les queda.
Como sea, la advertencia de Máximo llegó como un rayó a los intendentes. Uno de ellos buscó quitarle dramatismo en diálogo con LPO: “Hace años que enfrentamos a La Cámpora en internas, no es nuevo que armen en nuestros distritos”.