El papa Francisco viajará la semana que viene a Kazajistán, en una visita de tres días que estará marcada en sus pedidos por el diálogo interreligioso y la paz. Francisco partirá desde Roma el martes 13 de septiembre para cubrir en seis horas y media los 5.262 kilómetros que separan a la capital italiana de Nur-Sultán, la única ciudad que visitará en suelo kazajo. Al llegar a Kazajistán, mantendrá un encuentro con el presidente Kasim-Yomart Tokaev y luego dará el primero de sus cinco discursos en el país frente a miembros de la sociedad civil y autoridades.
Francisco, de 85 años, realizará así su tercer viaje del año, tras las visitas que hizo a Malta en abril y a Canadá en julio, y luego de haber tenido que suspender un viaje a Congo y Sudán del Sur por los dolores en su rodilla derecha, por los que usa silla de ruedas para desplazamientos largos. Tampoco podrá viajar a Kiev o Moscú en las próximas semanas, como era su intención en el marco de la guerra entre rusos y ucranianos.
El viaje a la antigua república soviética de Asia Central y rica en minerales e hidrocarburos se centrará en la participación de Francisco, el miércoles 14 y el jueves 15, de la apertura y del cierre del VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales en el Palacio de la Reconciliación. El país espera unos tres mil peregrinos con motivo de la visita del papa.
Kazajistán, un país marcado por la diversidad religiosa, tiene una gran mayoría musulmana, cercana al 75 por ciento de su población, con apenas un cuarto de cristianos, en su mayoría ortodoxos que se referencian en el Patriarcado de Moscú que dirige Kiril, un aliado del presidente ruso Vladimir Putin. Kiril, de hecho, recién confirmó a fines de septiembre que no participará del Congreso, donde se esperaba su presencia para una reunión bilateral con Francisco.
La visita del papa se dará además a casi 21 años de un recordado viaje de Juan Pablo II en septiembre de 2001, apenas días después del atentado a las Torres Gemelas en Nueva York, en el que el pontífice polaco pidió “que las controversias se resuelvan con tratativas y diálogo y no con armas”. Según fuentes vaticanas, se esperan definiciones similares de parte de Francisco sobre la necesidad de promover vías de negociación para terminar la guerra en curso en Ucrania.
La llegada de Francisco a Kazajistán ocurre luego de que en junio el país aprobara con más de 77 por ciento un referéndum de reforma constitucional que entierra la era del antiguo presidente Nazarbayev, en el poder durante tres décadas, tras una serie de disturbios a principios de año que dejaron más de 230 muertos. El actual presidente kazajo, considerado hasta entonces como un fiel continuador del legado de Nazarbayev, abogó por un “Nuevo Kazajistán” luego de los incidentes y convocó al referéndum finalmente aprobado.