Hay una fuerte discusión dentro de los guardavidas costeros por los salarios de los mismos de cara a la temporada estival, son los más bajos de toda la costa atlántica bonaerense, a ésto se le suman los gastos que va a ocasionar la pandemia respecto de los insumos que los propios trabajadores deberán comprarse (barbijos, guantes de látex, etc.) apenas si les entregan una botella de alcohol, la problemática eterna de los añejos y vetustos mangrullos de caño de hierro oxidado y como en cada año, la falta de un sistema de comunicación, jetski, semi-rígidos o motos de agua para auxiliar en los rescates, mas aún tomando en cuenta la distancia que deberán intentar sostener en el rescate.
Hay un fuerte mar de fondo con los sindicatos por la tibieza con la que representan al trabajador de playa, muchos inclusive esgrimen una sospechosa connivencia con el municipio.
Los problemas de TODOS los años regresan cada año, solo que ésta vez acompañados del COVID