El ministerio de Seguridad denunció por traición a la patria al ex embajador en Venezuela, Oscar Laborde, luego de intervenir con el régimen de Nicolás Maduro para hacerle llegar una carta de la familia al gendarme Nahuel Gallo, detenido desde el 8 de diciembre.
La acusación de Bullrich, representada por el abogado del ministerio Fernando Soto, plantea que Laborde expuso “argumentos políticos para perjudicar el rol de gobierno argentino en la protección” del agente, detenido el 8 de diciembre, acusado de “espionaje”, después de entrar a Venezuela.
El texto sostiene: “Mientras la Cancillería intenta lograr la liberación del Gendarme Nahuel Agustín Gallo por vía diplomática a través de las misiones internacionales pertinentes, el ex embajador de la República Argentina ante la República Bolivariana de Venezuela Oscar Alberto Laborde -designado por el entonces presidente Alberto Fernández-, inició sin ningún tipo de autorización oficial, gestiones internacionales contactando a la familia del Gendarme en Argentina, a fin de entregarle ‘una carta’ a Nahuel Agustín Gallo, con la colaboración del Gobierno de Venezuela”.
“El obrar del imputado Laborde no fue una ‘cuestión humanitaria’, como él pretende presentarlo en los medios. Muy por el contrario, lejos de defender los derechos humanos del gendarme ‘desaparecido’, lo que hace es superponerse indebidamente a la gestión diplomática internacional de la República Argentina, a fin de justificar la abiertamente criminal conducta de las autoridades venezolanas, bajo el pueril pretexto de un supuesto ‘ingreso irregular’ que abonaría la inventada sospecha de ‘espionaje’, además de avalar las condiciones de detención, de desaparición, generando un supuesto conocimiento sin haber indicado las más mínimas pautas legales de su detención, avalando de ese modo el crimen de desaparición forzada”, advirtió el comunicado.
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“Más que una ‘gestión humanitaria’, la conducta del ex embajador denunciado es todo lo opuesto, ya que actuó en contra de los intereses del país para sostener la justificación de la desaparición forzada de un nacional argentino, arrogándose facultades diplomáticas que solo pueden ejercer los representantes de la Cancillería Argentina. La información que se tiene del denunciado Laborde lo acerca a ser un colaborador del régimen de Maduro”.
El Gobierno aclaró que no le pidió “ninguna intervención ni gestión diplomática alguna al imputado Laborde, ni -por supuesto- ha autorizado ninguna acción para que realice gestiones ante el gobierno de Venezuela”.
“Su obrar solo tiene por objeto colaborar con el régimen que detuvo ilegalmente al Gendarme Gallo, presentando como ‘humanitario’ a un gobierno dictatorial, y como ‘fascista’ a nuestro gobierno democrático, al presentar el caso como un ingreso ilegal destinado a intervenir en un país extranjero mediante un ‘servicio de espionaje’ con una Fuerza de Seguridad en forma ilegítima”, insiste.
Laborde dijo en el pasado martes en un entrevista con radio La Red que había colaborado con Juan Grabois en la gestión de la entrega de la carta de la familia pero no dijo con quien habló del régimen para lograrlo.
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En ese mismo reportaje, apuntó contra Bullrich por haber dicho en marzo que el gobierno mandaría 8 gendarmes a cuidar a los opositores asilados en la embajada. El ex embajador sugirió que Gallo podría ser parte de esa misión y contribuyó a la idea de espionaje del chavismo.
Laborde es un dirigente con fuertes vínculos con las altas esferas del chavismo más allá de la gestión como embajador y suele organizar misiones comerciales para acercar empresarios argentinos para que inviertan en el país sudamericano.