Tras la fuga de presos, Jorge Macri removió a la cúpula de la policía porteña que había sido nombrada seis meses atrás. Ninguno de los dos nuevos jefes estuvo al mando de tropa.
La evasión de 17 presos que abrieron un boquete y se fueron corriendo por la General Paz marca el punto más alto de la crisis de la policía porteña. La fiscalía intervino 7 horas más tarde y la propia policía se enteró de la fuga porque otro preso les avisó.
Para hacer control de daños, Jorge Macri echó a los jefes Pablo Kisch y Jorge Azzolina, que en el gobierno porteño vincularon a Diego Kravetz. Cerca del nuevo Señor 8 de la Side, aseguran que ambos fueron elegidos por el jefe de Gobierno y que tenían línea directa con Waldo Wolff. Remarcan que ese fue uno de los problemas que dificultó la gestión.
El nuevo jefe de policía, Diego Casaló, estaba a cargo del 911 y viene de la policía bonaerense. Carla Mangiameli, su segunda, está excelentemente conceptuada y trabajó en Asuntos Internos. Ninguno de los dos tiene experiencia en la calle y eso dificultará el liderazgo de la tropa.
Existe un inconveniente adicional: ambos son comisarios mayores, el segundo escalafón en el cuadro de oficiales superiores. Tras los nombramientos, en el gobierno están intentando resolver qué hacer con los comisarios generales, quienes serán liderados por dos jefes con menor rango.
Ezequiel Daglio, muy cercano a Patricia Bullrich y que será el enlace con la nueva cúpula policial, fue nombrado hace una semana. Fue un gesto para aplacar la tensión con la ex titular del PRO, que sugirió a un funcionario con poca experiencia, más un tapón que un gestor.
“Acá hubo connivencia o negligencia”, dijo Waldo Wolff durante la presentación de los nuevos jefes para intentar explicar la fuga. La acusación puede complicarle la relación con la fuerza y no deja muy bien parada su gestión.
Los jefes salientes, Pablo Kisch y Jorge Azzolina habían sido nombrados en junio. El segundo venía con oscuros antecedentes: fue acusado de ser el nexo entre un empresario y la patota que atacó Tiempo Argentino en 2017. Cinco años más tarde manejó el operativo frente al departamento de Cristina donde fueron agredidos varios legisladores peronistas.
Es otro paso para intentar ordenar la interna policial. Como contó LPO, existen tareas colaborativas entre la Side y la policía porteña, algo prohibido por las leyes de la democracia que restringen con severidad la inteligencia interior.
La relación entre la inteligencia y la Policía de la Ciudad viene de lo más alto del organigrama. El director de la Agencia de Seguridad Nacional (ASN), el comisario general retirado Alejandro Pablo Cecati nombró como jefe de Gabinete un empresario gastronómico que es socio de la esposa del ministro de Seguridad, Waldo Wolff.
En medio de los cambios de jefatura y en varias estructuras del gobierno, Jorge se enfrenta a un escenario complejo. Desde el gobierno nacional ya le robaron varios funcionarios y le está costando conseguir dirigentes con experiencia para relanzar la gestión. Incluso se habla del regreso larretistas que dejaron el gobierno tras el cambio de mando.