La Fiesta Nacional del Teatro, cuya edición número 36 finaliza hoy en la ciudad de Resistencia, Chaco, organizada por el Instituto Nacional del Teatro (INT), que dirige Gustavo Uano, sigue demostrando que es el mayor encuentro de las artes escénicas de la Argentina, por la cantidad de artistas y elencos concurrentes y por el afanoso interés del público que lo sigue.
Este año tuvo el apoyo del Gobierno provincial y su Instituto de Cultura en una ciudad capital que se ve transformada y crecida desde 2009, cuando se cumplió en ella la anterior Fiesta, y desde la cual se establecieron “corredores” con otros territorios del NEA, para que durante ocho días los participantes pudieran mostrar sus creaciones en 30 localidades chaqueñas y también en Misiones, Corrientes y Formosa.
El esfuerzo oficial no fue poco, más allá de la erogación económica: hubo que coordinar los montajes de las obras en las distintas salas -en algunos casos cumplieron dos funciones el mismo día–, además de contemplar los traslados externos e internos, el alojamiento y la comida de los y las concurrentes, a los que se sumaron críticos y también “influencers”, en el entendimiento que el recambio generacional también incluye las nuevas tecnologías de la comunicación.
Se destacó además el cálido homenaje que el INT y el Instituto de Cultura local ofrecieron a Carlos Pacheco, histórico integrante de la Editorial INTeatro –aun antes de que tuviera ese nombre–, que pergeñó la edición de textos teatrales, revistas de aparición regular, suplementos y otras elucubraciones, ya que el periodista y crítico está a un paso de su jubilación.
Más allá del revuelo que causó la visita de la actriz Luisa Kuliok para la presentación de “Juana vive!”, perfil de la libertadora Juana Azurduy, única presencia de una estrella del teatro, el cine y la TV, en medio de creadores y creadoras pertenecientes a la escena independiente de los cuatro puntos del país, la Fiesta validó esos aportes que, año a año, justifican su celebración.
La copiosa programación tuvo puntos altos en las presentaciones de “Flores blancas”, de Natalio Bogagnini, con la intensa Nayra Muñoz Arancibia (Jujuy), “Los Santos”, de y por Claudio Inferno y Eleazar Fangul (Neuquén), “Piel de cabra”, de Nicolás Blandi (Lomas de Zamora), “Ana y Wiwi” (Capital Federal), “Cuenca. Todo debajo”, de Marta Cot (Entre Ríos), “Sueño”, por la Compañía Criolla comandada por Emiliano Dionisi (Capital Federal), “Espía a una mujer que se mata”, de Daniel Veronese, adaptada y dirigida por Adrián Canale (La Pampa), “Ojo de Pombero”, de Toto Castiñeiras (Capital Federal).
También interesaron “Podestá”, por Gisela Podestá (Traslasierra, Córdoba), “Brisas en la siesta”, de Javier Salazar (Catamarca), “Diluvio”, de Mario Canales (Santa Cruz), “Piel y huesos”, de Mabel Dal Chee Chang (San Luis), “Mandato cumplido”, de Diego Amador Nogara (Mendoza), “Ese día en el que nos encontramos todos”, de Víctor Cardozo (Chaco), “Liebre”, por el grupo Rodado 20 (Tucumán), “Deshojado; unipersonal de un actor ciego”, por Ariel Astrada y con dirección de Marxela Etchichury (Córdoba).