Si la historia se repite como comedia, ésta es particularmente de enredos. Ocurre en Las Delicias, el selecto country de Córdoba. Y aunque la disputa es vecinal, repite apellidos ilustres del radicalismo cordobés: Miguel Ortíz Pellegrini, quien era procurador general de Córdoba cuando Eduardo Angeloz fue a juicio por corrupción, denunció a Jorge Lerda, el esposo de Marta Angeloz, la hija más chica de “el Pocho” y vocal de la Cámara en lo Contencioso Administrativo. Del lado de Ortíz Pellegrini quedó otro integrante de la aristocracia radical: Facundo Garade Panetta, hermano de la concejal mestrista Verónica.
Ortíz Pellegrini y Garade Paneta denunciaron al yerno de Angeloz por supuestas maniobras fraudulentas en la administración del recoleto country. El fiscal Andrés Godoy lo imputó por “sospecha leve”, y con él a otros miembros de la comisión vecinal. Además, el funcionario judicial ordenó la intervención total de la administración del country y puso a tres peritos contables a revisar los números.
Los dos radicales denunciantes son la cara visible de un grupo de propietarios que aseguran que la administración del country, ejercida por otros vecinos, habría cometido defraudaciones, “posiblemente” para operar como una cueva financiera. Además, Ortiz Pellegrini sostiene que el yerno de Angeloz y los otros imputados habrían utilizado a los guardias de seguridad para “espionaje interno” y acciones de “seguimiento”. Es un montón.
El principal apuntado es el yerno de Angeloz, Jorge Lerda. La acusación conmocionó a los vecinos, pero también repercute en la Justicia provincial donde Marta Angeloz es integrante de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, es decir la que interviene en juicios contra el Estado. La pareja tiene una empresa, WE FOUR S.A., de amplísimo objeto social: desde construcción de casas hasta producciónn de espectáculos masivos.
Además de la camarista, el barrio tiene entre sus vecinos a otro funcionario de alta exposición: el fiscal Enrique Gavier, experto en delitos económicos, terror de los escribanos cordobeses por especializarse en defraudaciones inmobiliarias. En marzo, la Policía Caminera lo detuvo en un control de alcoholemia apostado pocos metros antes del ingreso al country. Manejaba con 1,44 gramos de alcohol, una falta gravísima. De hecho, le quitaron el carné de conducir y pagó voluntariamente la multa de más de 500 mil pesos.
Por todo esto, el fiscal del caso, Andrés Godoy, camina sobre hielo. Al primer investigador, Horacio Vázquiez, lo desplazaron por haber mantenido conversaciones con los denunciados. Una de las primeras decisiones de Godoy fue preservar la base de datos de Explender, la empresa que tiene
El territorio de la disputa es el exclusivo barrio cerrado Las Delicias, que tiene como condición de la admisión para nuevos propietarios la recomendación de dos vecinos. Actualmente viven 385 familias que pagan jugosas expensas por canchas de tenis, club hípico y una cancha de golf de 18 hoyos.
Cuando Angeloz fue enjuiciado, tras dejar la Gobernación en medio de una fuerte crisis económica y social, Ortiz Pellegrini era el fiscal General de la Provincia, designado por Ramón Mestre (padre). Angeloz, quien fue sobreseído y a lo largo del proceso judicial sostuvo su inocencia, responsabilizó a Ortíz Pellegrini por lo que consideró una persecución.
Al día siguiente que Angeloz fuera sobreseído, Ortíz Pellegrini promovió a fiscal de Cámara a Carlos Ferrer, el fiscal que sostuvo la acusación contra el ex gobernador tanto en la instrucción como en el juicio. Antes de ser fiscal General, Ortíz Pellegrini había sido funcionario de Angeloz en la Caja de Jubilaciones. De allí salió en medio de una fuerte pelea con “el Pocho”. Hasta que Mestre lo designó jefe de los fiscales y se iniciaron una serie de investigaciones contra ex funcionarios del angelocismo.
Cuando presentó sus memorias, el único radical que gobernó tres veces la provincia dijo que Mestre “si tuvo que ver” con la acusación que lo sentó en el banquillo de los acusados: “No quiere decir que me haya acusado, pero lo dejó hacer al fiscal General (Ortíz Pellegrini) miserabilidades”, dijo Angeloz unos años antes de morir.
Ahora, las familias enemistadas vuelven a trenzarse en una batalla vecinal con un capítulo judicial que incluye nuevamente una imputación contra un miembro del clan Angeloz.