Las explosiones nucleares pueden afectar de varias maneras la capa superior de la atmósfera y lo hacían cuando las potencias nucleares como EE.UU. llevaron a cabo una larga serie de pruebas de sus armas de destrucción masiva. El daño es comparable con el impacto de algún meteorito u otros eventos solares y terrestres que liberan una enorme energía, pero en ningún caso es permanente, afirma este martes un artículo publicado por The Conversation.
Un efecto a corto plazo de aquellas explosiones fueron los apagones temporales de las comunicaciones a larga distancia por radio de alta frecuencia en el área circundante. Sin embargo, los autores descartan que dichos apagones se debieran a una destrucción de la ionósfera y que el despliegue de los múltiples satélites de enlace estuviera relacionado con las consecuencias de la carrera armamentista de la Guerra Fría.
Este análisis popular fue preparado en respuesta a una pregunta al respecto de un lector, que se basó en la lectura de un estudio viejo, que se remonta a los años 1960 y denunció, en medio de las pruebas desenfrenadas de las bombas cada vez más potentes, un importante daño atmosférico. Contrariamente, sostiene este nuevo artículo, las detonaciones nucleares aumentaron temporalmente el nivel natural de la ionización en la atmósfera superior.
Los problemas que experimenta la tecnología moderna de comunicaciones tienen un origen natural. Los canales de transmisión de las señales de radio que utilizan los servicios de emergencia y de vigilancia marítima aprovechan el rebote de las ondas entre dos capas superiores de la ionósfera, por un lado, y la superficie del planeta, por el otro. Este mecanismo solo funciona bien cuando no prevalezcan los efectos de la capa inferior, la cual es absorbente y obstaculiza la propagación de la señal.
De día y especialmente durante una tormenta solar, esta capa baja a menudo debilita la intensidad de las ondas de radio en la región más baja del espectro de alta frecuencia y así se convierte en un obstáculo. Sin embargo, al cambiar a frecuencias más altas, se puede recuperar la comunicación interrumpida.