La madre de Diego Rodas, un comerciante asesinado a balazos en septiembre del 2016 por policías que perseguían a delincuentes que huían en un vehículo robado cuando salía en su auto junto a su esposa y su bebé de 12 días de la casa de sus padres, en el partido bonaerense de Ituzaingó, espera que el juicio a los responsables “sea antes de fin de año”.
“Mi nieto tiene el derecho a saber quiénes fueron los que mataron a su papá”, dijo a Télam María del Carmen Peche tras poco más de seis años del homicidio de su hijo.
La mujer afirmó tener “la esperanza de que el juicio a todos los responsables del crimen sea antes de fin de año porque sería al menos una caricia al alma para toda la familia”.
“Mi nieto hoy tiene seis años y sabe lo que le pasó a su papá. Dice que su papá está en el cielo”, expresó la mujer, quien aseguró: “Estamos tristes pero vamos a seguir pidiendo justicia con el cartel de ‘Justicia para Diego’ bien alto. Lo pedimos por mi nieto y por mi hijo mismo para que descanse definitivamente en paz”.
“Estamos tristes pero vamos a seguir pidiendo justicia con el cartel de ‘Justicia para Diego’ bien alto. Lo pedimos por mi nieto y por mi hijo mismo para que descanse definitivamente en paz”María del Carmen Peche
En tanto, fuentes judiciales informaron a Télam que la causa ya fue elevada a juicio oral y está en plena revisión a la espera de que se defina el tribunal y la fecha de inicio.
La defensa de cada imputado apeló el pedido de juicio y ahora el expediente está en la Cámara de Apelaciones de Morón, en pleno análisis.
En la causa figuran dos de los policías que deben afrontan cargos por el asesinato de Rodas y la tentativa de homicidio de su esposa, quien resultó herida; mientras que los restantes cinco efectivos y los tres civiles -todos en libertad- están acusados de desplegar diversas maniobras para encubrir el hecho.
El requerimiento fue realizado por el fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción 1 descentralizada de Ituzaingó, Marcelo Tavolaro, ante el Juzgado de Garantías 4 de Morón, subrogado por Alejandro Lago.
Los acusados
Al formular las acusaciones, Tavolaro consideró a los policías de la seccional de Villa Ariza, Ituzaingó, Fernando Grané y Gerardo San Miguel, como autores de los delitos de “homicidio agravado por haber sido cometido por personal de la fuerza de seguridad abusando de su función reiterado -en dos hechos-, uno en grado de tentativa, y falsedad ideológica de documento público”,
En tanto, acusó al entonces comisario de Villa Ariza, Daniel Pérez, y a los efectivos Sergio Barrientos, Diego Carreira, Camila Pazos y Maximiliano Ramos de “encubrimiento por favorecimiento personal agravado por tratarse del hecho precedente un delito especialmente grave por ser el autor funcionario público, falsedad ideológica de documento público y falso testimonio”.
En la misma causa están procesados y camino a juicio los civiles Alejandro Salomón, Johana Vukman y Maximiliano Duarte, también por “encubrimiento agravado por tratarse del hecho precedente un delito especialmente grave, falsedad ideológica de instrumento público y falso testimonio agravado reiterado -dos hechos-“.
Robo y crimen
De acuerdo a la pesquisa llevada a cabo por Tavolaro, el 12 de septiembre de 2016, pasadas las 21, una patrulla policial perseguía a unos sospechosos que iban a bordo de una Peugeot Patagónica que había sido robada en Caseros, partido de Tres de Febrero.
Al llegar a Ituzaingó, la Peugeot chocó y detuvo la marcha en la calle Aguaribay, entre Saldán y El Delta, momento en que los acusados que iban a bordo escaparon a pie.
Pasados al menos 50 segundos, describió el fiscal, llegaron los policías que participaban de la persecución -Grané, San Miguel, Pazos y Ramos-, quienes inspeccionaron el vehículo y sus alrededores.
Al notar que no había ocupantes, los policías comenzaron a rastrillar la zona y fueron advertidos de que los sospechosos habían huido por calle El Delta, por lo que Pazos y Ramos quedaron al resguardo de la camioneta, mientras que Grane y San Miguel salieron en la búsqueda.
Según la acusación fiscal, ambos policías advirtieron a pocos metros la presencia de un Volkswagen Vento estacionado frente al domicilio de El Delta 2360 y “sin mediar ningún tipo de palabra u orden, y sin repeler agresión alguna, efectuaron a muy corta distancia del vehículo al menos cinco disparos”.
De acuerdo a los peritajes incorporados a la causa, dos de los disparos fueron realizados con la pistola Bersa Thunder de Grané y tres con un arma igual que portaba San Miguel “con el claro fin de darle muerte al conductor del rodado”.
En el mismo hecho resultó herida la pareja de Rodas, María Virginia Tueso, quien también se hallaba a bordo del rodado y recibió un impacto en el antebrazo derecho, mientras que el bebé de sólo 12 días resultó ileso.