Ricardo Lorenzetti escaló este viernes su pelea con Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz a niveles inéditos para la Corte Suprema. En una serie de escritos que filtró a la prensa denunció que el máximo tribunal funciona mal y gasta descontroladamente el presupuesto judicial.
Rosatti se limitó a publicar en la página del Poder Judicial las estadísticas oficiales que revelan que esta año hubo récord de sentencias y el personal permaneción en el mismo nivel.
La bronca de Lorenzetti tiene una explicación: el fracaso del gobierno -hasta ahora- para que ingresen al máximo tribunal Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, licúan su aspiración de integrar una nueva mayoría que le quite el manejo de la Corte a Rosatti y Rosenkrantz.
En el entorno de Rosatti evitaron polemizar directamente con Lorenzetti y se limitaron a señalar que este año el máximo tribunal dictó más de 12.250 sentencias, lo que en los pasillos judiciales se considera un récord. “Con 4 miembros y una dotación de personal estable”, destacaron a LPO.
La tensión en el Palacio Talcahuano se incrementó notablemente esta semana, después que Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda firmaran la acordada para la regulación del mecanismo de designación de conjueces a partir de enero, con la disidencia de Lorenzetti.
El ex titular de la Corte manifestó su objeción a tomar esa decisión con el argumento que está próxima la designación de Lijo y García Mansilla. Su fundamento fue similar al que utilizó en abril pasado para oponerse a la creación de la Secretaría Penal Especial y luego a la puesta en marcha del Portal de Justicia Argentina.
Un camarista recordó a LPO que, en septiembre pasado, Lorenzetti brindó una entrevista a La Nación y planteó que si ingresaban dos nuevos miembros al tribunal, habría que reelegir las autoridades. Esa afirmación era casi una declaración de guerra a Rosatti y Rosenkrantz.
En ese clima envenenado, el rafaelino decidió faltar a la despedida de Maqueda en el Patio de Honor del Palacio de Justicia, tal como informó LPO. La decisión de Lorenzetti de escalar el conflicto coincide con la encerrona en la que esta el gobierno que se debate entre reabrir la negociación con el peronismo y nombrarlos por decreto.