Guionado para incriminar a Cristina Kirchner en la causa de la obra pública, Fariña recibió beneficios de parte del Ministerio de Justicia como testigo protegido VIP.
Leonardo Fariña siguió al pie de la letra un guión armado para incriminar a Cristina Kirchner en la causa por la obra pública y se convirtió en un imputado protegido VIP con grandes beneficios, a contramano de quienes no siguieron los designios del Ministerio de Justicia, de Germán Garavano, de quien depende el programa: una casa con grandes comodidades, libertades de movimientos por fuera de la ley y el pago de la obra social OSDE, por $9.500 mensuales, un servicio que ningún otro testigo protegido tiene, según pudo comprobar El Destape.
“Ellos no te presionan, te sugieren, te guionan lo que tenés que decir y, si lo hacés, te llevan a una reunión con Garavano”, confesó una fuente a este medio. Efectivamente, el encuentro sucedió y fue reconocido por ambos. El nexo fue el periodista Luis Majul, según contó Giselle Robles, ex abogada de “el valijero” a El Destape y se dio uno o dos días después de que haya hecho el contacto. “Voy al despacho de Garavano, Fariña lo hace con su custodia. En esa reunión, Fariña le comenta que estaba próximo a dar su ampliación de indagatoria y Garavano le dice que continúe en la misma línea que hasta ahora”.
Leonardo declaró el 8 de abril de 2016. Previo a ello, le dijo a Robles “que había acordado con los servicios de inteligencia, que tenía que recibir mediante una casilla de correos determinados mails donde debía incluir en su declaración el tema de la obra pública con el objetivo de, a través de Lázaro Báez, llegar a Cristina Kirchner. El guión que él recibió es ese y fue a través de agentes de la AFI”.
Después de esa declaración, Fariña obtuvo la excarcelación con la condición de seguir bajo el Programa de Protección de Testigos e Imputados. El objetivo del mismo es cuidar a personas que tienen información sensible para determinadas causas. Según la ley, por seis meses se reciben ciertos beneficios, como el alquiler de una casa y dinero para poder comer pero con muchas limitaciones: no se puede ir a la prensa y las comunicaciones son restringidas, incluso trianguladas y monitoreadas por el Ministerio de Justicia. “Lo trasladan al Hospital Penitenciario y comienza su aislamiento donde no tenía posibilidad de tener su teléfono, tener contacto con el afuera o con otros internos”, explicó Robles. Algo que le molestó mucho al ex marido de Karina Jelinek.
La abogada le contó a El Destape que Fariña no tenía ningún conocimiento sobre la obra pública, por eso fue guionado e, incluso, tuvo información de empresarios para poder armar un discurso que fuera creíble, pero por escrito porque oralmente iba a ser insostenible. “Báez iba a terminar siendo un instrumento para llegar a Cristina. Esa era la finalidad de la declaración de Fariña”, dijo Robles.
Sin embargo, la declaración del 8 de abril no quedó lo suficientemente clara y le dieron una nueva fecha: el 1 de agosto de 2016. Previo a eso, se reunió con Garavano: “Llegamos a través de Luis Majul. Él pasó el número y la reunión se dio 24 o 48 horas después de acordada”. El encuentro fue en el Ministerio de Justicia: “Fariña le comenta que estaba próximo a dar su ampliación de indagatoria y Garavano le dice que continúe en la misma línea que hasta ahora”, o sea ampliar la declaración sobre la obra pública, guionada, para involucrar a Cristina.
“Después de la reunión se concreta una entrevista con Majul y Fariña empieza a tener otras libertades”. Tal es así que después de su declaración del 1 de agosto que se dio “guionada y en forma textual a los mails que fue recibiendo para tener cubierto todo el circuito de la obra pública que no había quedado claro en su declaración anterior”, recibió nuevos beneficios: “Le alquilan una casa nueva, con más comodidades, empieza a tener más libertades sobre sus movimientos”, explicó Robles a El Destape.
Los testigos protegidos deben tener cierto nivel de vida aceptable, pero Fariña recibió una casa y dinero muy por encima de los gastos normales, así como la libertad de ir a medios de comunicación – que está prohibido por ley – o continuar en el Programa hace más de dos años, cuando el límite son seis meses. Pero, como si fuera poco, también se le paga la Prepaga más cara de todas: a nombre de su actual pareja, es beneficiario de OSDE, por más de $9.500 mensuales, como pudo comprobar este medio.
Al menos hasta enero de este año, Fariña estuvo afiliado a esa prepaga pero “a nombre de la Sra. Palumbo Andrea Mónica”. En un documento oficial del Programa, al que accedió El Destape, se especifica que en la afiliación “se sigue manteniendo el nombre de la actual pareja del testigo en la factura de la cobertura médica como medida de protección a los efectos de no dar a conocer el domicilio del Sr. Fariña, Leonardo y mantener en confidencialidad la dirección de su actual domicilio”.
“Si vos cumplís, te dan ciertos beneficios en cuanto al estilo de vida. Lo procesal ya es más complejo”, amplió una fuente a este medio. En este caso, la obediencia de “el valijero” podría ser la razón de su libertad para hacer lo que guste, como ir a medios de comunicación (lo cual está prohibido por la ley por una cuestión de seguridad) o mantener una vida muy costosa, lejos de las erogaciones que se le hacen al común de los protegidos.