La primera ministra británica Liz Truss se enfrentó este miércoles a una sesión de preguntas en la Cámara de los Comunes, en la que reconoció errores en su breve gestión y descartó su renuncia: “Soy una luchadora, no alguien que abandona”, dijo ante los parlamentarios.
A menos de dos meses de asumir el cargo, la primera mandataria del Reino Unido es apuntada por propios y ajenos. Desde el partido Conservador la acusan de no cumplir con las promesas de campaña principales, como la reducción del déficit fiscal, la disminución de los impuestos y el endurecimiento de las políticas migratorias.
Truss ya perdió a dos de los ministros que integraban su gabinete. El titular de la cartera de Finanzas, Kwasi Kwarteng, renunció recientemente tras la presentación del presupuesto que alertó al mercado y provocó la caída de la libra esterlina. Este miércoles, mediante un comunicado en sus redes sociales, la ministra del Interior, Suella Braverman, también anunció su salida del gabinete con críticas fuertes a la gestión de la primera ministra.
“Todos se han ido. Entonces, ¿por qué sigue aquí?“, le preguntó a la mandataria el líder del principal partido opsitor, el laborista Keir Starmer, durante la sesión de esta mañana. El parlamentario argumentó que, en su corta gestión, Truss “colapsó la economía”, criticó los recortes en el gasto y el aumento de las tasas hipotecarias.
Fue la primera sesión de “Preguntas al premier” que tuvo que enfrentar la líder del Partido Conservador tras el cambio en el ministerio de Finanzas y la modificación del rumbo económico. El ahora titular de la cartera, Jeremy Hunt, se deshizo del paquete de reducción de impuestos que dejaban al Reino Unido con un agujero fiscal de 40 mil millones de libras.
Sumado a esto, este miércoles se conocieron los datos de inflación de septiembre. El aumento del costo de vida se mantuvo en el 10,1% -al igual que en julio-, impulsado por la suba en los precios en los alimentos.