El gobernador cordobés Martín Llaryora decidió encarar la última parte del año como empezó precisamente este 2024, pero sin la virulencia de la tensión con el Gobierno nacional del último verano. Más presencia en medios porteños, difusión del Modelo Córdoba que él encabeza, rechazo a la figura de la presidenta del PJ, Cristina Fernández de Kirchner y tibias diferencias con la gestión que lidera Javier Milei.
Sabe Llaryora, y ya lo dice públicamente, que a los libertarios les irá “muy bien” en las Legislativas 2025 y en la previa del año electoral quiere sostener sus reclamos sin entrar en fricción. Principalmente, insistir con el pedido de los fondos adeudados a la Caja de Jubilaciones y los recursos de obra pública atrasados; y entienden, cerca de Llaryora, que habrá un respaldo cordobés para que se vuelva a la carga con esos pedidos.
El heredero del cordobesismo entiende que, al igual que ocurrió con sus antecesores José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti, los reclamos son genuinos y asoman como una plataforma para mantener diferencias institucionales sin entrar en un desgaste como el del verano. De todas maneras, lo que repasan otros en el gabinete provincial cordobés es que aquellas diferencias de los caudillos del PJ mediterráneo fueron con el kirchnerismo en Casa Rosada y por eso hubo respaldo de la sociedad cordobesa e incluso de la oposición en aquel momento.
Ahora, es distinto.
Por eso, cuando en el llaryorismo hablan de Milei lo hacen con más recaudos y profundizan sus dardos en contra de la expresidenta. De hecho, en una entrevista con LN+, el propio Llaryora dijo que CFK “atrasa” y que “cualquier dirigente tiene un tiempo, después de ese tiempo tenés que correrte”. Frase que fue interpretada de diversas formas en el peronismo cordobés, principalmente por la relación actual entre Llaryora y Schiaretti.
En tanto, sobre Milei el cordobés dijo que “habrá un reconocimiento de la baja de la inflación”, pero dijo que “hay un superávit que se sostiene sin pagar”. “Es como que yo lo sostenga sin mandar un peso a las intendencias. Deseo que al Presidente le vaya bien, si le va bien, nos irá bien a todos y que después discutamos electoralmente sobre el mejor de los proyectos. No sobre la peor de las caídas”, dijo el cordobés.
Sobre esta base, Llaryora busca su propio “relato”, como dijo a LPO un ministro provincial en la previa a la gira porteña que incluirá, además de medios, encuentros con la iglesia evangélica.
Y en una semana que arrancó en Córdoba con el relanzamiento del Plan Primer Paso (PPP), una de las banderas del peronismo local que impulsó en su momento el exgobernador De la Sota en el medio de la crisis del 2001 para el empleo joven. De hecho, en el acto del pasado lunes, Llaryora trazó alguna analogía de contextos, pero en el delasotismo advirtieron que faltaron, no solo referencias al exgobernador, sino también se marcó la ausencia de Natalia de la Sota, la diputada e hija del exmandatario.
En estos días, en El Panal también celebraron los resultados que dejaron en la mejor posición de las Pruebas Aprender del país a escuelas del interior provincial. Y aprovecharon la situación para reivindicar la educación pública. “En el interior del interior, la escuela te sigue igualando. Ahí van todos: los hijos de los ricos, de los laburantes y de los que menos tienen”, sintetizó un ministro cordobés tras conocerse los resultados en el departamento Pocho, en el interior cordobés.
Con esos matices, Llaryora trata de marcar las diferencias con la gestión de Milei, mientras algunos dicen que hubo alivio porque no prosperó en Diputados la sesión para limitar al Gobierno nacional con los DNU. Los peronistas cordobeses del bloque que lidera Miguel Pichetto aprovecharon que la marca la arrastraron diputados que responden a otros gobernadores. Un alivio mientras Llaryora puntea el presupuesto que se presentará en la Legislatura el próximo viernes y observa los puntos que involucran a Córdoba en la ley de leyes que se discutirá en el Congreso.