Los israelíes votarán el martes en sus quintas elecciones legislativas en menos de cuatro años, que podrían marcar el retorno del exprimer ministro Benjamin Netanyahu, con tres causas abiertas por corrupción. A sus 73 años, el jefe de gobierno más longevo de la historia del país intentará reunir una mayoría de 61 diputados de los 120 del Parlamento, junto con sus aliados de los partidos ultraortodoxos y de la extrema derecha. Los últimos sondeos atribuyen al bloque de derecha de Netanyahu 60 escaños, frente a los 56 del primer ministro saliente, el centrista Yair Lapid, y sus aliados.
Voto disperso y leve ventaja para “Bibi”
Exestrella de la televisión israelí, Lapid se unió en 2021 a una “coalición del cambio” que reunía a partidos de derecha, izquierda, centro y una formación árabe para desalojar del poder a Netanyahu. Pero un año más tarde, la coalición perdió su mayoría en el Parlamento con la salida de diputados de derecha, lo que empujó al gobierno a convocar nuevas elecciones, los quintos comicios en tres años y medio.
La campaña, que empezó lentamente, se aceleró en los últimos días con partidos religiosos que exhiben pancartas en las calles de Jerusalén y formaciones árabes que distribuyen folletos en las ciudades de Galilea y piden el apoyo de la izquierda israelí. “Sin nosotros, la derecha formará un gobierno mayoritario. Para detenerlos, te necesitamos. Tu voto puede marcar la diferencia”, expresó en hebreo Ahmed Tibi, uno de los líderes de la lista árabe Hadash-Taal.
En 2020, los partidos árabes israelíes consiguieron un récord de 15 escaños haciendo una campaña bajo una única bandera. Pero esta vez se presentan en tres listas separadas: Raam (islamista moderado), Hadash (laico) y Balad (nacionalista). Divididos, los partidos árabes podrían no alcanzar el umbral del 3,25 por ciento de los votos para entrar en el Parlamento y favorecer así la victoria del bando de Netanyahu y sus aliados.
La revelación de estas elecciones es la coalición conocida como Sionismo Religioso, ubicado en la derecha más extrema con posiciones abiertamente racistas, antiárabes y homofóbicas. Era una tendencia marginal hace pocos años, pero las encuestas le dan ahora entre 14 y 15 escaños, su mejor resultado de la historia que lo convierte en la llave para que Netanyahu retome el poder.
Violencia en aumento
El elevado costo de vida acaparó buena parte del debate electoral en Israel, que según análisis recientes se ubica como el séptimo país más caro del mundo y el segundo en el mercado inmobiliario. La campaña se ha desarrollado en paralelo a un fuerte pico de violencia con los palestinos en Cisjordania ocupada, donde incluso nació una nueva milicia, los Lions’ Den.
Es el año más violento en la zona desde 2015, con 136 palestinos muertos y 23 israelíes, 16 de ellos civiles. Este clima de tensión puede favorecer aún más a la ultraderecha, aunque es muy probable que los resultados del martes extiendan el bloqueo político que vive Israel desde 2019.