El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, exigió que el periodista australiano Julian Assange sea liberado de su “injusto encarcelamiento”, luego de reunirse con dos miembros de WikiLeaks. El líder progresista, que asumirá en enero su tercer mandato como jefe de Estado brasileño, reafirmó su defensa de Assange y de la libertad de prensa luego de reunirse en Brasilia con el editor jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, y el editor del portal, Joseph Farrell. Assange cumple prisión preventiva en Londres mientras se resuelve su extradición a Estados Unidos, donde es acusado de espionaje.
“Me informaron sobre el estado de salud y la lucha por la libertad de Julian Assange. Les pedí que le envíen mi solidaridad. Que Assange sea liberado de su injusto encarcelamiento”, aseguró el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), quien venció en las presidenciales de octubre en Brasil, en una publicación en su cuenta en Twitter. En respuesta al comentario de Lula, Hrafnsson afirmó en la misma red social que, en la reunión privada, el presidente electo de Brasil manifestó su constante apoyo a Assange y su petición para que cese la persecución que sufre.
Según el editor jefe de WikiLeaks, el dirigente progresista considera que la persecución a Assange “amenaza la libertad de prensa en todo el mundo” y agregó: “Un verdadero hombre de pasión, visión y simpatía. Gracias Lula”. De visita por la región, Hrafnsson busca que los gobiernos presionen a las autoridades estadounidenses para que se concrete la libertad del periodista australiano. La semana pasada se reunieron en Bogotá con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien afirmó que le pedirá al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que no avance en el proceso judicial contra el fundador de WikiLeaks, detenido “solo por decir la verdad”.
En paralelo, los diarios español El País, francés Le Monde, inglés The Guardian, estadounidense New York Times y alemán Der Spiegel pidieron el lunes a Washington retirar los cargos contra Assange, acusado de una filtración masiva de documentos clasificados. Assange, de 51 años, apeló una decisión de la justicia británica de extraditarlo a Estados Unidos, que quiere juzgarlo por haber difundido desde 2010 cientos de miles de documentos confidenciales estadounidenses, militares y diplomáticos, especialmente sobre la base naval de Guantánamo o las guerras de Afganistán e Irak.
Luego de pasar siete años refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, Assange fue detenido por la policía británica en 2019 para ser juzgado por 17 presuntos delitos en violación de la Ley de Espionaje de 1917 y uno de intromisión informática. Desde entonces, se encuentra preso en una cárcel de alta seguridad ubicada al sudeste de Londres.
El pasado 17 de junio la ministra del Interior del Reino Unido, Priti Patel, aprobó la extradición de Assange a Estados Unidos. De ser declarado culpable de espionaje por la justicia estadounidense, Assange podría ser condenado a 175 años de cárcel.