El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y Marina Silva, una de las ambientalistas más reconocidas del país, sellaron este lunes su reconciliación en un intento por unir fuerzas para derrotar al mandatario Jair Bolsonaro y su amenaza a la democracia.
Silva, de 64 años y quien fue candidata presidencial en tres ocasiones, declaró su apoyo político a Lula de cara a las elecciones del 2 de octubre con el fin de vencer al bolsonarismo. “Nuestro reencuentro político se da frente a un escenario grave de la vida política. Tenemos la amenaza de las amenazas, una amenaza a nuestra democracia”, afirmó Silva, quien precisó que nunca dejó de tener contacto personal con el expresidente brasileño.
A menos de un mes para las elecciones, Lula, favorito para los comicios, tendió la mano de su exministra de Medioambiente luego de más de diez años de distanciamiento, en un reencuentro que podría aumentar el capital político del líder del Partido de los Trabajadores (PT). “Esto es una demostración de que la democracia puede ser ejercida incluso cuando hay divergencias puntuales. La democracia es una sociedad en evolución”, puntualizó Lula.
El respaldo de Marina Silva podría aproximar al expresidente al electorado evangélico, una de las principales bases electorales de Bolsonaro. Además del apoyo evangélico, el reencuentro entre Silva y Lula también podría otorgar respaldo al candidato del PT por el flanco ambiental, el cual ganó protagonismo en su programa electoral en momentos en los que la selva amazónica enfrenta niveles récord de devastación.
Lula se comprometió a incluir las propuestas medioambientales presentadas por Silva, entre las que se encuentra la creación de una autoridad nacional de Seguridad Climática, la actualización del plan de combate a la deforestación y la implementación del mercado de carbono en Brasil.