Mientras el coronavirus se encaminaba a cobrarse la vida de al menos 350.000 personas en todo el mundo, dos de los países más castigados, España e Italia, intentarán mañana desandar los esquemas de confinamiento que, aunque tarde, les dieron la posibilidad de torcer la curva de contagios y muertes que hace más o menos un mes dejaba balances diarios de miles de fallecidos.
Al mismo tiempo, y como es reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el epicentro de la pandemia ya está instalado en América del Sur, con cifras desbordadas en Brasil, el segundo país con más contagios del mundo, luego de Estados Unidos, y un poco más controladas pero igualmente preocupantes en Perú, Chile y Ecuador.
Sin embargo, en el hemisferio norte no todos los países se encuentran en la fase de descenso de la curva de casos y muertes.
Rusia contabilizó hoy un nuevo récord diario de muertes con 153, una tendencia nacional que se replicó en Moscú, el epicentro de la pandemia en el país, aunque también dio cuenta de 8.599 nuevos casos, la cifra diaria más baja desde el 1 de este mes.
En el plano de los países que darán mañana un paso en la flexibilización de la cuarentena se destaca España. La Comunidad de Madrid y la ciudad de Barcelona, principales focos del brote, avanzarán a la “fase 1” del plan de desconfinamiento puesto en marcha en todo el país, tras permanecer rezagadas durante dos semanas.
Las nuevas medidas se toman con una evolución “muy favorable” de las cifras de muertes y contagios, aunque el último reporte admitió 70 fallecidos en un día frente a 48 de ayer y el viernes, para un total de 28.740 desde el inicio de la pandemia.
Como ya lo hacen la mayoría de los españoles, las habitantes de Madrid y Barcelona podrán salir desde mañana a disfrutar de los espacios exteriores de bares y restaurantes, que deberán ocupar solo un 50% de su capacidad, así como reunirse con familiares y amigos, hasta un máximo de 10 personas.
También se permitirá la apertura de establecimientos hoteleros y museos, con un límite del 30% de su capacidad, y realizar deporte de forma grupal o ir de excursión.
Pese a estos avances, miles de simpatizantes del partido de extrema derecha Vox se lanzaron ayer en coches y motos a las calles en las principales ciudades de España para protestar en caravana contra el gobierno progresista de Pedro Sánchez por su gestión de la crisis del coronavirus.
Italia, en tanto, se prepara para la apertura de gimnasios y piletas públicas desde mañana, y con las playas llenas hoy, en el primer día de la habilitación para ir al mar.
Italia informó 531 nuevos casos de coronavirus, en baja frente a los 669 de ayer, y con 13 de las 21 provincias y regiones autónomas con 10 o menos nuevos positivos. El país llegó a las 32.785 muertes desde iniciada la pandemia.
Varias playas de todo el país amanecieron con su nueva capacidad colmada, en un marco en el que el gobierno habilitó las idas al mar pero con distancias mínimas de un metro en la arena y medidas de higiene y desinfección para los paradores.
En el Reino Unido, donde persisten todavía las consecuencias serias de la pandemia, aunque con cifras en baja, el primer ministro Boris Johnson respaldó hoy a su principal asesor Dominic Cummings, a pesar de las acusaciones de que en repetidas ocasiones violó las normas del confinamiento impuesto por gobierno el 23 de marzo.
Johnson encabezó la conferencia de prensa de esta tarde en medio de una controversia sobre las presuntas infracciones de las medidas de la cuarentena de su principal asesor.
El Reino Unido tiene 254.199 casos confirmados y 36.393 muertes, según datos oficiales.
Tierra Santa dio hoy una nota de color que marcó también las mejoras en el tratamiento de la pandemia en Jerusalén. La Iglesia del Santo Sepulcro, el santuario donde la tradición cristiana sitúa la crucifixión y la sepultura de Jesús, abrió por primera vez sus puertas luego de dos meses de cierre, pero lo hizo con algunas limitaciones para evitar nuevos contagios.
Por el lado de América, Brasil registró 15.813 contagios y 653 muertes por la enfermedad en las últimas 24 horas y hasta el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema) tuvo síntomas de Covid-19 y se esperaban los resultados de las pruebas que se le hicieron, informaron fuentes oficiales.
El país totalizaba hoy 363.211 casos y 22.666 defunciones, pero el gigante sudamericano no solo era noticia por la magnitud de estas cifras, sino por la crisis en la que está inserto el gobierno de Jair Bolsonaro.
El presidente ultraderechista volvió a pasear hoy a las puertas de la casa de gobierno sin barbijo entre centenares de seguidores que lo respaldaron frente a la investigación que le abrió el Supremo Tribunal Federal por obstrucción de la justicia.
Durante la manifestación, besó y tuvo en brazos a niños, uno de los cuales tenía la camiseta número 10 de la selección, de Neymar, y nunca usó tapabocas, pese a que el gobierno de la capital federal puso una multa de hasta 400 dólares por violar esa norma.
El gobierno brasileño planifica una “reconstrucción” en la pospandemia con la utilización de un millón de jóvenes pobres en los cuarteles del Ejército para ser entrenados, trabajar en obra pública y recibir educación política por parte de los militares, a cambio de 200 reales, unos 2.464 pesos o 36 dólares mensuales.
Estados Unidos, sacudido por la tapa del prestigioso The New York Times con los nombres de 1.000 muertos por la pandemia y el título “Las 1.000 personas que están aquí reflejan el 1% del total. Ninguno fue apenas un número”, estaba hoy a menos de 3.000 fallecidos para llegar a los 100.000, con más de 1.600.000 contagios según datos de la Universidad de Johns Hopkins, que en su registro en línea presentaba esta tarde un total para todo el mundo de 343.515 decesos sobre 5.367.675 contagios.
La OMS, en tanto, llevaba registrados 337.405 muertes y 5.201.549 casos (109.885 en las últimas 24 horas) en todo el mundo.