Javier Milei llegó a Washington para iniciar una nueva ronda de reuniones en Estados Unidos y participar de la Conferencia de Acción Política Conservadora que nuclea a la ultraderecha global.
El presidente tenía programado una reunión con Elon Musk pero terminó con una insólita participación en el escenario de la CPAC en la que le dio una motosierra que el dueño de Tesla y X se encargo de mostrar como metáfora de su plan de ajuste en el estado que lleva a cabo su Departamento de Eficiencia.
La intervención fue extraña porque Milei se limitó a oficiar como una suerte de asistente y quedó desorientado sin saber que hacer o decir. Lo cierto es que la agenda de reunión con Musk no fue su oficina en la Casa Blanca sino en el hotel donde se realiza el evento bajo ningún tipo de formalidad. “Parecía un susano”, reflexionó una fuente que conoce la política de Estados Unidos.
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El viaje de Milei no incluyó, al menos por ahora, una agenda oficial con Donald Trump ni reuniones de estado para cerrar acuerdos comerciales o promesas de inversión sino un encuentro informal como parte del show de la CPAC.
En un momento, en el gobierno especularon con que Trump iba a recibirlo en la Casa Blanca como corresponde a un jefe de estado con quien se supone que se construirá una alianza estratégica y hay temas de relevancia que discutir como los aranceles al acero que afectar a la industria siderúrgica nacional o el acuerdo de libre comercio con el que sueña Milei, pero la prioridad pasó más por la simpatía ideológica y el show. .
Es una constante en la relación con Trump que tuvo dos encuentros similares, uno detrás del escenario de la CPAC y el otro en la mansión del republicano en Palm Beach en donde participaron artistas y otras celebridades como Mike Tyson.
Milei y Musk en la reunión que tuvieron en el hotel donde realiza la CPAC.
En paralelo a esta relación más enfocada en la informalidad y el seguidismo, Trump se reunió la semana pasada con el primer ministro de India, Narendra Modi, con Benjamín Netanhayu, el rey de Jordania para discutir su plan para la Franja de Gaza y recibirá la semana que viene a Emmanuel Macron y el premier británico, Keir Starmer, en el marco de la normalización de relaciones con Rusia para terminar con la guerra en Ucrania.
Hasta el momento, el jefe de estado no logró la solemnidad de una reunión de estado o al menos un papel firmado en donde quede sentado algún tipo de iniciativa que beneficie al país sino todos encuentros de camaradería sin resultados tangibles.
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Según el itinerario oficial, la estadía en Estados Unidos continuará con una reunión con la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgeva. El viernes cerca del mediodía brindará un discurso titulado “el modelo económico argentino” en el Banco Interamericano de Desarrollo y más tarde se encostara con el presidente del Banco Mundial, Ajay Benga.
Por último, el sábado dará un discurso en la Conferencia de Acción Conservadora donde también participará el presidente Donald Trump. Allí intentará lograr una nueva foto para vender como respaldo en medio de la crisis desatada por el criptogate.
