“Laje debe estar golpeado, él siempre se involucró en la política desde lo lindo, la boludez de la batalla cultural, pero quedar involucrado en una estafa de estas características te mueve la estantería. Y no tiene cuero para bancar”. La frase corresponde a una persona de línea directa con Casa Rosada que está en el armado libertario en Córdoba desde hace años. Incluso, desde antes que Javier Milei se lanzara a la aventura de la política.
Y sirve para describir el impacto del criptogate en Agustín Laje, el escritor cordobés que preside la Fundación Faro y es uno de los líderes de la batalla cultural que pregona este gobierno. También, alentado desde la militancia libertaria que se entusiasmaba con una candidatura de él para las Legislativas de este año.
Hace meses que se habla de la posibilidad de que Laje vaya al tope de la boleta a Diputados, el único tramo que se vota en Córdoba este año, y a pesar de que tanto el escritor, como fuentes de Balcarce 50 insistieron la semana pasada, previo al escándalo, que se quedaría en España por los compromisos académicos que culminan recién en 2026, la militancia y parte de la dirigencia empujó esa hipótesis.
La ruta de las coimas apunta a Agustín Laje y la fundación de los hermanos Caputo
Que también observan desde un tiempo a esta parte, desde el resto del mapa político en Córdoba. Tanto en el llaryorismo, como en la oposición que ejercen radicales y juecistas, miraban con atención esta posibilidad y, en mayor o menor medida, siempre fue un factor de preocupación. “Es un tipo que rompe el sistema y es peligroso en su discurso”, razonó una fuente del Gobierno provincial a LPO hace unos meses; con lo que coincidió un armador y férreo opositor a Martín Llaryora.
Caído el plan Laje, y viendo cómo avanza la causa judicial por el escándalo $LIBRA, los libertarios también en Córdoba están obligados a salir de esta encrucijada que involucra al seno del Gobierno. Y en esa tarea, en Córdoba creen que será interesante el rol que asuma el jefe del bloque oficialista en Diputados, Gabriel Bornoroni, uno de los que tendrá poder de lapicera para el armado de las listas.
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Gabriel Bornoroni
Previo al escándalo que se desató el viernes, Bornoroni tuvo una reunión en Buenos Aires con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Siempre, pero particularmente desde el fin de semana, la ministra es de las principales interesadas por cómo se conforma el esquema cordobés.
Sucede que ahora, y tras el protagonismo que seguramente recuperará Mauricio Macri después del fin de semana, Bullrich no quiere que esa negociación abierta entre el Gobierno y el líder del PRO incluya como prenda de cambio lugares en la boleta cordobesa. Más aún después de la fuerte embestida que ya se dirime en el terreno judicial por la intervención a la conducción amarilla cordobesa con la que avanzó Macri el año pasado.
Concretamente, Patricia quiere la continuidad en Diputados de Laura Rodríguez Machado, hoy prácticamente la primera mujer que tendrá la lista que Bornoroni igual define como pura. El primer escalón es por el que presionará el libertario y, si no hay sorpresas con algún famoso -posibilidad que existe-, será alguien de un perfil moderado. “Lo que importa es que tracciona la lista de Milei. Con eso hay cinco o seis bancas aseguradas”, dicen los libertarios.
Teoría que también observan en el llaryorismo. Donde, lo único que preocupa es que ni Luis Juez, como así tampoco Rodrigo de Loredo queden prendidos de alguna manera de la boleta.
Ambos mantuvieron silencio en medio del escándalo, pero aún algunos creen que el radical puede entrar de alguna manera en el esquema. ¿Más si juega Macri? Juez, antes del caso $LIBRA dijo que se iba a poner a disposición del armado del Gobierno, lo iba a respaldar y lo haría “sin condicionamientos”.
Hacia abajo también habrá discusiones. Sobre todo en el lugar para las mujeres. Bornoroni se mostró cercano a Laura Soldano, una influencer de Río Cuarto que el fin de semana también tuvo malas noticias: le clausuraron, en dos oportunidades, una fiesta clandestina en el sur cordobés.
En tanto, la que también va a reclamar un lugar que creen en Córdoba le deben es Verónica Sikora, abogada, dirigente de la capital cordobesa y de llegada a los principales despachos en Casa Rosada. Entre ambas, seguramente estará la discusión por el segundo lugar de las mujeres en la boleta.