El jefe del departamento del Fondo para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner aseguró que habrá un crecimiento leve y habló de los “riesgos” de los cambios politicos en Argentina. Guiño para Macri en un año electoral.
De cara a las próximas elecciones presidenciales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que la incertidumbre relacionada con las elecciones presidenciales de octubre en Argentina es un “riesgo” que puede minar la confianza y señaló que los comicios podrían reducir “el apetito de reforma”.
Esto expresó Alejandro Werner, director del Hemisferio Occidental del FMI, que señala en el capítulo argentino que “el plan de estabilización del gobierno, basado en políticas monetarias y fiscales revisadas y fortalecidas, ayudó a atenuar las turbulencias financieras y estabilizar el tipo de cambio”.
También augura una baja de la inflación lenta en todo el año “la inflación y las expectativas de inflación se encuentran en una tendencia descendente desde octubre, y todo indica que seguirían disminuyendo lentamente en 2019. Esto permitiría una reducción gradual de la tasa de interés que, combinada con un aumento del salario real y de las exportaciones, generaría una recuperación de la actividad económica a partir del segundo trimestre de 2019”.
El funcionario coincidió con el organismo financiero internacional sobre un crecimiento mínimo en 2019 y un repunte en 2020 que alcanzará un 2,7%. Más optimista, el Gobierno cree que el PBI este año caerá 0,5 por ciento.
En el capítulo de los riesgos internos, menciona una “menor confianza por la incertidumbre política en Brasil y México, así como la incertidumbre relacionada con las elecciones en Argentina”, para luego agregar que los comicios de octubre “podrían reducir el apetito de reforma”.
Según relata Clarín, el funcionario se explayó sobre los riesgos y aclaró que no están relacionados al posible gasto en un año electoral. “Hemos visto un compromiso muy claro del Gobierno en cumplir con las metas fiscales que ellos establecieron para 2018, incluso más estrictas de las que tenían aún antes de venir al Fondo”.
“Donde vemos el efecto de la incertidumbre política sobre las perspectivas de la economía argentina es básicamente en la medida que los inversionistas tienen que ver qué pasará a largo plazo”, dice Werner y se entiende que allí las elecciones pueden tener un impacto, sobre todo si gana el kirchnerismo.
“Los inversionistas no solo tienen que ver cómo se comportará la economía argentina en los próximos 6 u 8 meses sino en 24 y 36 meses”, señaló y agregó: “Claramente cuál va a ser el marco de política que va a regir en la Argentina a partir del 2020 va a ser muy importante para una persona que quiera invertir en la Argentina para la próxima década”.
“Para la recuperación de la inversión será importante saber cuál va a ser el marco de la política no solo en 2019 sino en los próximos 4 años. Lo mismo para un inversionista que considera comprar un bono a un año o 24 meses o para el ahorrista en Argentina que está pensando en alargar el plazo de su plazo fijo y en ese sentido todo el ruido asociado a un proceso electoral limita la velocidad del proceso” Cuando se le preguntó si veían como riesgo un probable giro en la política económica tras las elecciones, Werner fue enfático: “En las economías emergentes, un cambio importante en la dirección de la política económica siempre ha sido un riesgo considerable”.