El presidente ruso, Vladímir Putin, apuntó este sábado a Ucrania respecto al atentado terrorista del viernes en una sala de conciertos cerca de Moscú, en el que murieron hasta el momento 133 personas, asegurando que los sospechosos fueron detenidos mientras intentaban huir a ese país, donde aparentemente se les había facilitado un acceso desde el lado ucraniano de la frontera.
“Intentaron darse a la fuga y se dirigían a Ucrania, donde, según datos preliminares, les habían preparado un acceso del lado ucraniano para cruzar la frontera”, explicó el líder del Kremlin en un discurso a la nación transmitido por la televisión rusa, sin mencionar la reivindicación del ataque por parte del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El mandatario precisó que fueron detenidos cuatro presuntos terroristas y sus siete cómplices, todos ellos extranjeros. Aún así, Rusia sigue investigando la tragedia para dar con quienes los ayudaron con el transporte y el itinerario para la fuga, así como con el suministro de un escondite para el armamento y la munición. “Todos los autores, organizadores y los que encargaron este crimen recibirán un merecido e irremediable castigo, sean quienes sean”, remarcó Putin.
La respuesta de Zelenski
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, negó que su país esté implicado en el ataque terrorista. “Lo que pasó ayer en Moscú es obvio: Putin y otros miserables están tratando de echarle la culpa a alguien más. Sus métodos son siempre los mismos”, indicó en un mensaje publicado en su cuenta de la red social X.
“En lugar de ocuparse de sus ciudadanos rusos y dirigirse a ellos, este tonto de Putin permaneció en silencio durante un día, pensando en cómo vincular esto con Ucrania”, manifestó el mandatario ucraniano. “Todo es completamente predecible. Esos cientos de miles de rusos que ahora están matando en suelo ucraniano hubieran sido sin duda suficientes para disuadir a cualquier terrorista”, agregó.
Horas antes el asesor de Zelenski, Mijailo Podoliak, aseguró en sus redes sociales que el atentado profundizará la guerra que libran con Rusia. “No cabe la menor duda de que los sucesos en las afueras de Moscú contribuirán a un fuerte aumento de la propaganda militar, a la aceleración de la militarización, a una mayor movilización y, en definitiva, a la escalada de la guerra”, señaló.
Las versiones occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, también refutaron la implicación de Ucrania en el atentado terrorista y atribuyeron los hechos a EI en sus respectivas condenas. Hace dos semanas, la embajada estadounidense en Rusia había advertido a sus ciudadanos de planes “inminentes de extremistas para atentar contra grandes concentraciones en Moscú, incluidos conciertos”. Sobre esto, Putín había dicho que era un chantaje que tenía la intención de desestabilizar a su país, mientras que la portavoz de Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, denunció que EE.UU. no había compartido con el Kremlin información específica en su aviso.
La reivindicación de EI
Mientras tanto la agencia Amaq, el principal canal propagandístico del EI, difundió una imagen de los cuatro presuntos responsables, con media cara tapada, gorra y los ojos pixelados delante de una gran bandera del Estado Islámico. De acuerdo con la agencia, tres de estos supuestos terroristas comenzaron a disparar contra la multitud en la sala de conciertos Crocus City Hall, mientras que el cuarto prendió fuego la instalación utilizando bombas incendiarias que habían sido preparadas de antemano para ese propósito.
La fuente apuntó que durante el atentado se emplearon ametralladoras, una pistola y cuchillos que se utilizaron para degollar a varios dentro de la sala y en los pasillos, mientras que añadió que los supuestos atacantes apuntaron a la cabeza de los asistentes al evento.
Sin embargo, la televisión rusa difundió un video en el que uno de los detenidos presuntamente implicado en el ataque. Este mencionó que escuchaba lecciones de un predicador y que su asistente le escribió a través de Telegram, aproximadamente hace un mes, y le ofreció realizar el ataque por 500.000 rublos –unos 5.400 dólares–. No obstante, no conocía ni el nombre ni el apellido del predicador ni los de su ayudante, aunque afirmó haber recibido la mitad de la cantidad prometida a través de una transferencia a una tarjeta bancaria que perdió.
Conforme avanzó el día aumentó también el número de las víctimas mortales, que pasó de 40 a 133 en menos de 24 horas, a lo que hay que sumar de un centenar de heridos, la mitad graves. Las autoridades detallaron que la cifra de muertos puede aumentar considerablemente según avanzan las labores de búsqueda en el edificio incendiado, que se extenderán por varios días más.
Los equipos de rescate comenzaron a encontrar más cuerpos de víctimas entre los escombros de la sala de conciertos, destruida por el incendio provocado por los atacantes. En tanto, miles de moscovitas hicieron colas durante varias horas en centros médicos para donar sangre para las víctimas que estaban en tratamiento.
Distintas hipótesis
El analista internacional, Gonzalo Fiore Viani, explicó a PáginaI12 que el hecho de que el EI atacara a Rusia “era en principio la hipótesis más extemporánea y menos probable”. “El modus operandi en un atentado de este tipo, me recuerda por ejemplo a los atentados en el Bataclan en París o Charlie Hebdo. Si esto hubiera sido en 2017 o 2018, inmediatamente lo primero que
pensás es que fue un grupo extremista radical como el -mal llamado- EI, o, más correctamente, DAESH”, subrayó.
“Rusia tiene tropas y combate en varios países africanos, sobre todo en la región del Sahel, en Mali, Burkina Faso, países donde el DAESH tiene todavía una presencia, aunque fue derrotado en Siria. Entonces también puede llegar a tener ahí cierto asidero la hipótesis del ISIS”, agregó.
Aún así, para Fiore Viani hubiera sido más probable pensar el ataque en el contexto de la guerra con Ucrania. “Fue justo el mismo día que Rusia elevó el ‘estado de
operación militar especial’ en Ucrania a ‘estado de guerra’, justo
cinco días después de que Putin fuera reelecto con casi el 90% de los
votos”, indicó. “También el día de su proclamación para la reelección, este habló de la posibilidad de una tercera guerra mundial si las potencias europeas seguían incluyéndose en la
cuestión rusa y ucraniana”, agregó, para dar cuenta que se mezclan varias cuestiones.
Respecto al escape de los presuntos atacantes, el analista internacional dijo que si pensaban ir hacia Ucrania porque era lo más cómodo geográficamente o si pensaban escapar allí porque hay algún involucramiento de Kiev en la cuestión, son dos interpretaciones que todavía se están investigando. Sin embargo, aseguró: “La opinión pública rusa hoy está prácticamente al 100% alineada con Putin: si convoca un millón de hombres, capaz que tiene tres millones mañana para pelear en donde sea”.
Informe: Axel Schwarzfeld