Entre el miércoles 13 y viernes 15 de enero, miles de hondureños partieron desde la ciudad de San Pedro Sula, al norte del país centroamericano, en una nueva caravana rumbo a EE.UU.
Al principio, se calculaba que eran 4.500 los hondureños que habían emprendido esta marcha; sin embargo, al irse uniendo otros grupos en el recorrido, las autoridades guatemaltecas, país a donde lograron avanzar, estiman que llegaron a 9.000.
La salida de Honduras
Entre la noche del viernes y el sábado, los migrantes lograron cruzar a territorio guatemalteco. La entrada la hicieron por el puesto fronterizo El Florido, entre el departamento hondureño Copán y el guatemalteco Chiquimula, a 200 kilómetros al oeste de la Ciudad de Guatemala.
Las personas que integran esta nueva caravana fueron acumulándose a medida que llegaron a la frontera, quedando parados frente a dos retenes de policías de Honduras.
Al superar en número a los uniformados —puesto que había alrededor de 150 policías por retén—, los migrantes lograron ingresar en Guatemala entonando el himno nacional de su país.
Varados en Guatemala
En días previos, las autoridades guatemaltecas advirtieron a los migrantes que, como requisito para entrar al país, debían presentar una prueba PCR o antígeno negativa de covid-19 y pasaporte vigente o documento de identificación; y los menores de edad debían llevar pasaporte e ir en compañía de sus padres.
“No van a poder pasar porque la decisión nuestra es detenerlos”, dijo Guillermo Díaz, director del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), en conversación con ADN40.
De hecho, las fuerzas de seguridad pusieron una barrera de unos 20 kilómetros del paso fronterizo de El Florido, en el sector Vado Hondo, situado en el mismo departamento de Chiquimula, para intentar impedir el avance de la caravana.
Cuando lo migrantes llegaron a este punto, los agentes de la Policía y El Ejército reprimieron fuertemente a los integrantes de la caravana y, a palazos y con bombas lacrimógenas, frenaron el avance de la multitud. De momento, los integrantes de la caravana permanecen retenidos en este lugar desde el sábado.