El perito Marcos Herrero, cuyos perros hallaron en Santa Cruz los «dólares termosellados» en los que se basó la denuncia de Mariana Zuvic y Paula Oliveto, y que resultaron ser billetes de El Estanciero, está preso en Mendoza desde hace diez días. Se lo acusa de plantar huesos y cartas truchas en el caso de Viviana Luna, desaparecida en 2016. La Justicia comprobó por perfil de ADN que los restos que encontraron sus perros en su primer día de búsqueda corresponden al mismo esqueleto (de un varón) que los que también hallaron en el caso de Marcela López, la mujer desaparecida en Santa Cruz (mientras realizaban esa búsqueda fue que los perros además «detectaron los dólares»). La acusación de «falsa denuncia, falso testimonio, usurpación de títulos y encubrimiento», con elementos suficientes como para pedir la detención del perito por representar peligro procesal de entorpecimiento (escuchas, videos y una testigo, además del ADN), hizo que se detuviera en Santiago del Estero el juicio por el crimen del niño Marito Salto, uno de los casos resonantes en el que sus perros hallaron, dos años después de la investigación inicial, papeles incriminatorios que explicaban el caso describiendo un impactante rito satánico.»Estamos ante un fabulador y estafador que ha hecho mucho daño a familias que atraviesan momentos límite. El sistema judicial está en deuda con ellas porque no les ha dado respuestas, pero este hombre sólo ha entorpecido y generado más desesperación», sintetiza a Página/12 el fiscal mendocino Gustavo Perrello.La acusaciónHerrero había sido contratado en Mendoza por la familia de Viviana Luna, desaparecida en 2016. El mismo día que empezó su trabajo, sus perros encontraron un cráneo quemado junto a cartas reveladoras, en un lugar que ya habían sido rastrillado a lo largo de estos cinco años. Tras confirmar por ADN que los huesos pertenecían al mismo esqueleto de otro hallazgo suyo en Santa Cruz, el fiscal Pirrello tomó otras medidas. Ordenó escuchas, cotejó los videos de los momentos de los hallazgos, declaró una testigo. Y solicitó un allanamiento que sumó prueba al momento de realizarse: mientras era allanada la casa de Herrero, una vecina llamó a la policía denunciando que el hombre había arrojado huesos por la medianera Fueron recolectados con la sospecha de que lo que estaba haciendo Herrero era «descartar» los huesos que luego plantaría. Junto a los huesos, Herrero halló en su primer día de rastrillaje, en un hostel abandonado que ya había sido rastrillado, una carta semi quemada que estaba adentro de un monedero. Allí se mencionaba al jefe de policía de Mendoza, el imputado juez Walter Bento, políticos y empresarios mendocinos como Daniel Vila y José Luis Manzano. También a María Cash y Sofía Herrera, ambas desaparecidas hace años, junto a frases sin sentido claro. Dos días después del primer hallazgo, volvieron a hacer otro rastrillaje con Herrero, esta vez en unas cabañas donde vivía Luna. El perro marcó un estuche en un ropero; en el interior apareció la misma carta del hostel. Mientras las sospechas sobre Herrero se acrecentaban, ya con el perfil masculino de ADN y el pedido de cotejo con los otros huesos hallados en Santa Cruz, el fiscal pidió escuchas que terminaron de involucrar a Herrero. Los integrantes de una asociación de adiestradores de perros de rastreo que le había ofrecido sostén en la provincia y que lo acompañaron a los rastrillajes, también sospecharon y comenzaron a analizar los videos de sus hallazgos, detectando inconsistencias. «Herrero es un fabulador muy peligroso y hay mucha gente que sigue creyendo en él», advierte el fiscal. Y contra la teoría de la conspiración interprovincial («los K» en Santa Cruz y «los radicales» en Mendoza, complotados contra el perito que soluciona los casos más resonantes) responde que «la denuncia está fundamentada con evidencia científica, tecnológica, y con la contundencia de los ADN».Cómo trabajan los perrosDesde el Ministerio de Seguridad se expide una certificación de perros de búsqueda de personas «por venteo, en una zona rural o en una estructura colapsada» (un derrumbe, por ejemplo). También la búsqueda de «rastro específico», a partir de un olor determinado. Esta certificación no es obligatoria, pero sí aporta a establecer que los perros que no están a cargo de fuerzas federales son idóneos en la especialidad en que fueron formados, explica la adiestradora Fabiola Cejas, responsable del área de sociabización de Cinotecnia (la ciencia del adiestramiento de perros). Mauricio Barrera es director general de Explosivos y Riesgos Especiales, área de la que depende la División Canes de Bomberos de la Policía Federal; los perros de su área encontraron recientemente los restos Nancy Videla siguiendo un olor específico, desde el último lugar en que se la vio con vida. Coincide en señalar que es imposible que un mismo perro detecte rastros de personas vivas, restos humanos, objetos. «Los perros son entrenados con técnicas de odorología diferentes, un mismo perro no puede tener varias especialidades, eso es técnicamente imposible», asegura. «La Justicia tiene que saber que los perros no son mágicos, tiene que haber un sistema que les de fundamento», agrega Christian Godoy Esbert, adiestrador de perros y formador de guías en cada una de las especialidades, jefe de la División Canes de Bomberos de la PFA. El adiestrador observa que «mágicamente Herrera encontraba cosas sin presentar y documentar debidamente los olores previos. Las prendas y los olores deben quedar en el expediente. Las muestras de olor que se levantan, deben ser troqueladas con testigos y guardadas en el banco de olor, también con testigos. Deben ser preservadas y cotejadas con otras muestras. Si el perro es declarado para rastro, no puede ser también para restos humanos», enumera. Modus operandiLa trayectoria del perito y adiestrador de perros Herrero lo ubica en casos de desapariciones de personas a lo largo y ancho del país. El hombre llega con sus perros a lugares que ya han sido largamente rastrillados en órdenes judiciales, a veces años después, y hace descubrimientos espectaculares. Huesos, objetos con cabellos, hasta cartas o libretas que asombrosamente describen asesinatos y móviles. También «dólares termosellados». Algo que, aseguran los especialistas consultados por Página/12, es técnicamente imposible, ya que los perros son entrenados para seguir un olor en particular: o el rastro de una persona viva, o restos humanos, o drogas o artefactos explosivos, por ejemplo. Pero nunca un mismo can puede servir para diferentes búsquedas, como ocurre con los de Herrero. También coinciden en que los perros no pueden seguir el rastro específico por el olor de una persona pasados un par de días u horas (dependiendo de las condiciones climáticas y del suelo), como han logrado sus perros.La figura de Herrero es tan rutilante cuanto discutida, desde hace tiempo, en el mundo de las ciencias forenses. Ha participado en casos de gran trascendencia mediática (además de los mencionados, los de Facundo Astudillo, Santiago Maldonado, la niña Guadalupe Lucero en San Luis, la joven Abigail Carnier en Córdoba, la empresaria Estela Auad en Santiago del Estero, la niña Micaela Ortega en Bahía Blanca, cuyo cadáver fue hallado por sus perros en Bahía Blanca) y tiene defensores acérrimos. Las familias han llegado a hacer campañas públicas reclamando que sea incorporado a las causas, han hecho colectas para contratarlo como perito de parte. Sus hallazgos han sido tomado por fiscalías y han marcado el rumbo de investigaciones enteras.En el caso de Facundo Astudillo, el Poder Judicial designó formalmente como perito de parte de la querella particular al adiestrador canino. El titular de la Procuvin, Andrés Heim, asegura a Página/12 que «nosotros no advertimos ninguna irregularidad en lo actuado por el perito». «Cuando la jueza insinuó cuestionamientos hacia Herrero, le pedimos que lo denuncie y actúe procesalmente, y no lo hizo. Cuando fue a la Cámara, tampoco lo tomó. Al día de hoy la participación de Herrero no tuvo ningún tipo de cuestionamiento en la causa», defiende lo actuado. Entre las críticas a lo actuado por el perito está la utilización de un mismo perro para búsquedas de distinta naturaleza. «Lo puse en mi informe al juzgado, cuando me lo solicitó el Sistema Federal de Búsqueda de Personas, dejé asentado que es imposible que un perro busque distintas cosas, un rastro de persona y un resto humano. No es serio para la justicia», asegura por su parte Godoy Esbert, cuyos perros también participaron en esa búsqueda. La denuncia de la mamá de Sofía HerreraAdemás de los huesos que se investigan como plantados, los perros de Herrero encontraron un monedero con una libreta en la que figuraban supuestas anotaciones vinculadas al crimen, alusiones a trata de personas, narcotráfico, y nombres de políticos, de policías. Allí también, inquietantemente, estaba escrito el nombre de Sofía Herrera, la ñiña desaparecida en un camping de Tierra del Fuego en 2008, cuando tenía 3 años. Sin un dato certero en la causa en todo este tiempo, la familia de Sofía la sigue buscando y no pierde las esperanzas de hallarla con vida. «Imaginate nuestra desesperación cuando nos enteramos de ese hallazgo en Potrerillos», dice a Página/12 María Elena Delgado, la mamá de Sofía, desde Río Grande. Cuenta que de inmediato pidió a la justicia, desesperada, más datos sobre el hallazgo. Pero además la mamá de Sofía vincula la figura del perito Herrero a la de la vidente Verónica Contreras, ya que han actuado juntos en varios casos de desapariciones. «Ella fue nefasta para nosotros», no duda en definirla. «Esta mujer se presentó en mi casa nueve meses después de que mi hija desapareciera, haciéndose pasar por periodista, con un supuesto camarógrafo; dijo que era de Ushuaia. Yo estaba en el juzgado con el abogado y la atendió mi mamá, la hizo pasar, ella estuvo un rato, recorrió mi casa, miró. Al día siguiente apareció en los medios diciendo que nosotros la habíamos matado a Sofi, que la teníamos enterrada en el jardín, y que había un testigo», relata. «Fue tremendo, la gente comenzó a acusarnos, tuvieron que ponernos custodia porque nos querían linchar», recuerda. María Elena relata escenas de acoso y ensañamiento de parte esta supuesta vidente, que terminó mudándose cerca de su casa y mandando a su hija a la escuela más cercana. El jardín de su casa fue excavado y no se halló nada, luego se comprobó que el testigo era falso y mantenía una relación amorosa con Contreras. Pero la mujer siguió subiendo la apuesta de las acusaciones, que pasaron a incluir trata de personas, red de prostitución regenteada por los padres, narcotráfico, ajuste de cuentas. La familia de Sofía denunció a la vidente por hostigamiento y en el año 2016 Contreras fue declarada inimputable. El juez Daniel Cesari Hernández se guió por una pericia que concluyó que la mujer evidenciaba «un cuadro de psicosis», por el cual presentaba “una alteración morbosa de sus facultades mentales, lo cual le impide comprender la criminalidad de sus actos y/o dirigir sus acciones”. «Ahí ella se fue de la provincia, pero lamentablemente siguió haciendo daño en otras causas. Se hace pasar por policía retirada, criminóloga, experta además de vidente, se adjudica casos resueltos. Cuando vi que la familia de Facundo (Astudillo) la había contratado, la llamé a su mamá para advertirle que esta mujer tiene psicosis. Yo sé lo que es estar desesperada y buscar agarrarte de todo. Nosotros en su momento nos recorrimos el país y países limítrofes con datos falsos de videntes», lamenta María Elena. El caso de Marito SaltoEl tremendo caso del asesinato del niño Marito Salto en Quitimilí, Santiago del Estero, es otro en el que la intervención del perito Herrero produjo resultados espectaculares que dieron un vuelco a la causa, dos años después de la investigación inicial. El juicio acaba de suspenderse porque toda la evidencia estaba basada en los hallazgos del perito hoy acusado de plantar pruebas. El 31 de mayo de 2016 Mario Agustín Salto, de once años, desapareció luego de haber salido de la casa de su abuela a pescar en la laguna. Dos días después su cuerpo apareció desemembrado en un basural en las afueras del pueblo, luego se estableció que el niño fue violado y torturado. Marcos Herrero se enteró del caso por un video que vio en TouToube y llamó a la familia del niño ofreciéndole sus servicios. Llegó al pueblo con Alcón y Duke, que pronto encontaron pruebas clave: cuchillos, manchas de sangre, atados de brujería, huesos. Y la pista más escalofriante: una serie de manuscritos que asombrosamente describían y dibujaban el modo en que se habría hecho un «rito satánico», con Marito como ofrenda, en la casa de un puntero del pueblo que pasó a apodarse «el Brujo». Entre los detenidos de la causa terminaron Miguel Angel Jiménez, en adelante «el Brujo San La Muerte», su esposa, maestra del pueblo, y el hijo de ambos (estos últimos, luego excarcelados), sindicados como autores intelectuales. El problema era que ni ellos ni el resto de los detenidos respondía a los patrones genéticos encontrados en la ropa interior y bajo las uñas del niño. La jueza llegó a disponer un procedimiento inédito: mandó a hacer un ADN por cada familia del pueblo, 3200 en total, con una inversión de recursos también inédita. Tampoco se encontró jamás la correspondencia. El juicio por este crimen aberrante justo se había iniciado en Santiago, cuando se conoció la detención de Herrera en Mendoza, y la defensa pidió la nulidad de todo lo actuado. Algo que podría ocurrir en otras causas basadas en evidencia hallada por el perito.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/389423-quien-es-marcos-herrero-el-perito-que-hallo-los-dolares-term