Rishi Sunak fue elegido por los diputados del Partido Conservador para sustituir a Liz “la breve” Truss al frente del gobierno en medio de una fuerte crisis económica, social y política. Una vez cumplidas las formalidades del traspaso de mando, el multimillonario se convertirá en el primer inmigrante de origen indio en ocupar 10 Downing Street. Cuánto durará en el puesto es otro cantar: es el tercer primer ministro en menos de dos meses.
Sunak se convirtió en el líder de la fuerza mayoritaria en el parlamento, el Partido Conservador, luego de que anoche el ex primer ministro Boris Johnson se retirara de la primaria y que la única candidata que había quedado en la contienda, Penny Mordaunt, anunciara que tampoco se presentaría poco antes de que se cerrara la nominación a las 14 hora británica (10 en Argentina).
Mercados felices
Sunak es el candidato de los mercados que ya antes del anuncio habían dado su veredicto: por la mañana ante su casi segura victoria la libra había subido respecto al dólar y el euro. Pero las divisiones a muerte en el partido Conservador, el reclamo de la oposición para que haya elecciones generales y la crisis abren un interrogante sobre cuánto tiempo durará en el puesto.
Entre los que apoyaron a Boris Johnson y Liz Truss, algunos diputados conservadores, como Christopher Chope, advirtieron que Sunak no podía esperar la lealtad de nadie después de haber sido crucial en la caída de los dos últimos primer ministros. “Tenemos un partido que está totalmente dividido, que es completamente ingobernable. Es la razón por la que Boris Johnson se retiró de la contienda porque obviamente Sunak no estaba dispuesto a respaldarlo si él ganaba estas primarias. Boris Johnson tenía un mandato. Sunak no tiene un mandato del electorado. Si quiere tener nuestro respeto y apoyo la mejor manera de lograrlo es que obtengan un mandato de la población y por eso necesitamos una elección general”, dijo Chope.
Las divisiones internas de los conservadores son profundas, vienen del Brexit en 2016 y desde antes también. Una periodista con indudable “inside information”, Emily Sheffield, hermana del exprimer ministro David Cameron, describió al rojo vivo la fragmentación del oficialismo. “Hay pro-Brexit, los ex pro-Unión Europea, los euroescépticos, los ultra que quieren un modelo como el de Singapur, los que favorecen un modelo de consenso social, los pro-Johnson y los que quieren borrar todo del mapa, desde la BBC a la justicia y las ideas alternativas y pro-diversidad y antirracismo”, escribió Sheffield en el vespertino “Evening Standard”.
La fortuna de Sunak
Es otro obstáculo. El nuevo primer ministro es más rico que el Rey Carlos Tercero y la reina consorte Camila: fue el primer político en figurar en la lista del “The Sunday Times” de los más ricos del Reino Unido. Con su esposa, la heredera billonaria Akshata Murty, tiene una fortuna estimada en unos 770 millones de dólares, el doble que la del Rey y Camila.
En medio de la actual crisis esta fortuna es uno de sus varios talones de Aquiles. Resumido, el cuestionamiento es cómo un propietario de casas y mansiones que gasta en el mantenimiento de su pileta cerca de 16 mil dólares al año puede entender los problemas del conjunto de la población, una buena parte de la cual vive en la llamada pobreza energética (gastar el 10 % de sus ingresos en gas y electricidad).
En abril se reveló que la esposa de Sunak había dejado de pagar unas 11 millones de libras aprovechando una oscura regla que favorece a los millonarios, el “non dom”. Murty dio marcha atrás y anunció que no iba a aprovechar su estatus de “non dom”.
Hay que sumarle a esto que Sunak fue multado por participar en una de las fiestas de 10 Downing Street en el escándalo del Partygate que llevó a la renuncia de Boris Johnson.