Rolando Hugo Barreiro se presentó en el juzgado de Alejo Ramos Padilla en Dolores. El agente de la AFI ofició de nexo entre el falso abogado y el fiscal Bidone.
Rolando Hugo Barreiro, el agente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que permanecía prófugo se entregó este viernes ante la justicia. De acuerdo con el ahora suspendido fsical Juan Ignacio Bidone, fue Barreiro el que, en tanto agente de la AFI le presentó a Marcelo D’Alessio con quien comenzó a compartir información.
Barreiro se presentó este viernes junto a su abogado ante el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla que lleva adelante la investigación por el montaje de un aparato de espionaje ilegal que salpica a diputados nacionales, periodistas e integrantes del Poder Judicial.
Según declaró Bidone ante el juez, Barreiro se le presenta como agente de la AFI y luego lo contacta con el falso abogado. Barreiro es además familiar de Aníbal de Gastaldi, el ex comisario de la Policía Bonaerense exonerado que pasó luego a formar parte de la AFI y que operaba de manera directa con D’Alessio.
En diciembre de 2016, D’Alessio fue denunciado por extorsión por Gabriel Traficante, en una causa que se tramita en Comodoro Py, en el juzgado de Luis Rodríguez, y por la que el falso abogado está procesado con prisión preventiva. En ese expediente, Traficante denunció que D’Alessio se refirió a Barreiro como un “amigo” que “dirige todo”.
Según declaró Bidone ante el juez Rodríguez “Barreiro también trabajó conmigo en la investigación del Triple Crimen, en la que intervine como fiscal. Me presentó a D’Alessio como una persona que podría brindar información sobre ese caso como de las empresas vinculadas, datos que luego resultaron de utilidad”.
Según trascendió Barreiro pretende acogerse a la figura de imputado colaborador. Para ello existe un requisito: aportar información acerca de la operatoria de la banda pero siempre apuntando “hacia arriba”, es decir que la información involucre a quienes estaban jeràrquicamente por encima del arrepentido.
Barreiro operaba bajo dos seudónimos, “Rolo” y “El francés”, e integraba la sala 85 de la AFI de contrainteligencia. Anteriormente se había desempeñado en las sede de la AFI de Ezeiza y Miami.