El veterano exlegislador estadounidense del Partido Republicano Russel “Rusty” Bowers alertó sobre el peligroso avance de las teorías conspirativas que enturbian la atmósfera política en su Arizona natal, y aseguró que “nunca” estuvo tan preocupado como ahora por la deriva que tomó la formación conservadora.
Así lo señaló en una entrevista concedida a la agencia de noticias AFP el legislador que desoyó las presiones del expresidente Donald Trump para desconocer el resultado de las elecciones celebradas en 2020, que en Arizona registró una diferencia de apenas 10.000 votos.
Múltiples investigaciones concluyeron que no hubo fraude en el proceso electoral.
El legislador de 70 años sostuvo que la nueva generación pro-Trump trabaja para impulsar una “peligrosa ley” para reformar el sistema electoral en el parlamento regional.
Ahora, en la recta final para las elecciones de mitad del mandato del 8 de noviembre, vigilantes armados, convencidos de que Trump venció en la elección presidencial de Estados Unidos en 2020, pululan en torno a las urnas en las cuales los votantes de Arizona pueden consignar sus votos de forma anticipada.
“Esto es una intimidación”, advirtió Bowers en Phoenix, calificando de “mentiras” las teorías conspirativas que alimentan a algunos seguidores del exmandatario y que parecen infiltrarse en las filas de los conservadores.
“En Arizona, la fortaleza del liderazgo del partido es la rabia”, opinó Bowlers, que ve a algunos sectores republicanos “inclinándose hacia un modelo Mussolini”, refiriéndose a Benito Mussolini, el líder fascista italiano durante la Segunda Guerra Mundial.
El legislador de 70 años sostuvo que la nueva generación pro-Trump trabaja para impulsar una “peligrosa ley” para reformar el sistema electoral en el parlamento regional.
La iniciativa lo inquieta: “Si eliminamos el voto, y lo hacemos inseguro, y se aumenta la violencia, para mí eso es un terreno fértil para el fascismo”, lamentó.
Bowers recordó que en las últimas elecciones presidenciales estaba listo para reconocer el resultado -que otorgaban el triunfo al actual presidente Joe Biden- cuando recibió una llamada de Trump y su abogado Rudy Giuliani.
Recordó que ambos le sugirieron adulterar el resultado argumentando que una ley antigua de Arizona -que él dice no haber encontrado – le permitía al Legislativo regional alterar el mapa electoral, y por ende, la totalización del voto.
“Le dije: ‘Señor Trump, he votado por usted, he marchado por usted, he hecho campaña por usted (…) pero no voy a hacer nada ilegal por usted”, narró.
“Cuando me pidieron que rompiera mi juramento a la Constitución fue como pedirme que renunciara a mi religión, a mi fe, a la base de lo que soy”, dijo este devoto mormón.
Bowers testificó sobre las presiones recibidas de parte de Trump y Giuliani ante la comisión que investiga en Washington la irrupción de seguidores del expresidente.
Bowers testificó sobre las presiones recibidas de parte de Trump y Giuliani ante la comisión que investiga en Washington la irrupción de seguidores del expresidente en el Congreso el 6 de enero de 2021 para obstruir una sesión conjunta del poder legislativo cuyo objetivo era certificar la victoria de Biden.
Esto le valió señalamientos públicos de Trump, quien lo tildó de falso republicano.
Durante los últimos dos años, Bowers sufrió las consecuencias de la radicalización del espectro político nacional.
Fue marginado por su partido, perdiendo las primarias para disputar una silla en el Senado regional en las elecciones de mitad de mandato de noviembre.
Los ataques de Trump lo colocaron además en la mira de los seguidores del expresidente, que inundan su correo electrónico con mensajes abusivos y amenazas de muerte.
Antes de dejar su cargo al frente de la Asamblea Legislativa de su estado, utilizó sus prerrogativas para oponerse en febrero a un proyecto de ley del partido conservador que habría permitido a los parlamentarios anular las elecciones en Arizona después de celebradas.