Mario Vargas Llosa tuvo un acto fallido al ponderar a Isabel Díaz Ayuso. Quiso equiparar a la presidenta de la comunidad de Madrid con Ronald Reagan, pero la equiparó con el ministro de Propaganda del nazismo, Joseph Goebbels.
Ocurrió el jueves en Madrid, en un acto por los 20 años de la Fundación Internacional para la Libertad, que preside Vargas Llosa, y que se realizó en la sede del gobierno madrileño. El Premio Nobel peruano tomó la palabra y comenzó a elogiar a la política derechista, presente en el evento, y que en los últimos días fue noticia por sus provocadoras declaraciones sobre el peronismo.
“Creo que Madrid es un baluarte de las ideas que defendemos y que también defiende Isabel”, dijo el autor de La casa verde. Acto seguido, manifestó que “es una persona a la que me gusta comparar con el presidente de los Estados Unidos que era…” y comenzó a dudar, hasta que uno de los panelistas le apuntó el nombre de Ronald Reagan. Sin embargo, Vargas Llosa dijo “Ronald Goebbels” y siguió en su elogio, sin darse cuenta del error.
“La queremos, la admiramos y estamos absolutamente convencidos de que ha hecho un trabajo fuera de serie. Bienvenida, aquí estás entre amigos que te admiran y te queremos muchísimo”, añadió el autor de 86 años. Remarcó que la política conservadora “tiene un instinto que está a favor de la libertad y cuando ella habla de libertad los madrileños escuchan porque los interpreta y los expresa”.
Por su parte, la dirigente del Partido Popular (cuyo exlíder, José María Aznar, estuvo presente), dijo que “la libertad no se debe dar por supuesta, se debe defender cada día y nuestra unidad es esencial para dar esta batalla”. Tampoco se percató del lapsus de Vargas Llosa.
Goeebbels acompañó a Adolfo Hitler hasta el final de su régimen. Revolucionó las técnicas de propaganda y fue eficaz en diseñar el discurso manipulador del nazismo a través de los medios. Se suicidó con su esposa, después de haber envenenado a sus seis hijos, en las horas finales del Tercer Reich, en el búnker de Hitler en la Cancillería.
Ronald Reagan, exactor, fue calificado como “gran comunicador” en su carera política. Gobernó Estados Unidos entre 1981 y 1989. Recortó impuestos a las grandes fortunas y desmanteló las políticas sociales. Pese a ello, lejos estuvo de ser como Goebbels. No queda claro si, en su lapsus, el novelista pensó más en el ministro alemán para referirse a una dirigente que considera comunismo todo lo que sea opuesto a ella.