Victoria Villarruel deambula por su despacho sin que los emisarios de Javier Milei en Casa Rosada atiendan sus llamados por teléfono o respondan sus mensajes, consultando qué hacer frente a la expulsión de Edgardo Kueider que promueve el peronismo.
“Hasta ayer no le atendía nadie el teléfono y hoy dijo que ya hicieron la consulta pero todavía no le responden”, comentó este martes a LPO una fuente parlamentaria.
En el torno de la Vicepresidenta deslizaron que era probable que la convocatoria solicitada por el interbloque de José Mayans y Juliana di Tullio terminara saliendo, aunque carecían de “información oficial” al momento de la pregunta formulada por LPO.
El desconcierto de los senadores aliados es total y el fastidio escala. En ese contexto, Mauricio Macri dispuso que el PRO diera quórum y Luis Juez, que había dicho que votaría la expulsión de su colega, admitió que la postura de la bancada sería la de la suspensión, una posibilidad que adelantó LPO.
En los pasillos de la Cámara Alta, se rumoreaba que la suspensión del senador sería hasta el 1° de marzo, sin goce de haberes. En la práctica, guardaría similitud con la concesión de la licencia que solicitó el legislador desde Paraguay pero, en lo político, podría ser problemático.
Tanto en el PRO como en el PJ asumen que ninguna iniciativa cuenta con los dos tercios necesarios, ni la expulsión ni la suspensión.
Cristina desafía a Milei a votar la expulsión de Kueider y los senadores libertarios no saben qué hacerEn ese contexto, el radical Eduardo Vischi habría sugerido el envío de una nota formal para tramitar el pedido de licencia del legislador entrerriano en la Comisión de Asuntos Constitucionales, cuerpo que Kueider presidía, con la intención de eludir el debate en recinto.
Para que esa jugada prosperara como el correntino creía, había que descabezar el cuerpo: no sólo debían voltear la presidencia de Kueider sino también la vicepresidencia, en manos de la tucumana Sandra Mendoza.
El salteño Juan Carlos Romero y su socio en el interbloque Las Provincias Unidas (LPU), Carlos “Camau” Espínola, proponían además “una conferencia de prensa” con los jefes de bancadas aliadas al gobierno. “Queríamos desagraviar al Senado y poner en marcha una investigación en el marco de la comisión”, explicaron en ese grupo parlamentario fomentado por Santiago Caputo, el asesor estrella de Javier Milei que también se habría borrado ante el estallido del caso Kueider.
Sin embargo, el gobierno parece haberse conformado con la aparente postergación de la convocatoria a sesiones extraordinarias, para enfriar la furia del peronismo y el PRO por razones distintas pero confluyentes. Si el interbloque de UP empuja la expulsión de Kueider para que asuma una legisladora de La Cámpora, Stefanía Cora, el PRO lo hace para agudizar el daño a Milei que pretende Mauricio Macri en medio de su tortuosa relación para fusionarse o disputarse el electorado.
Esa pelea neutralizadora entre las tres fuerzas principales, el peronismo, La Libertad Avanza y el macrismo, desata la bronca de los aliados radicales y los bloques que responden a los gobernadores. “Ya estamos hinchados las pelotas porque hasta se había metido Lule Menem para ver cómo se resolvía pero desapareció”, dijeron en una oficina cercana a la de la Vicepresidenta, y agregaron: “seguimos esperando que haya alguien que establezca una línea en el Senado, mande a dos agentes a Paraguay para explicarle al juez y al fiscal cómo es la situación y que, de paso, le dejen un pan dulce a Kueider”.
Lo curioso es que la última señal de Lule Menem que tuvieron los en sus redes sociales es una foto con una pala amarilla junto al parlasureño Alfredo Olmedo, quien cumplió años en estos días. El festejo habría sido en un hotel de La Rioja que adquirió hace tres años, cuando se fue de Salta y le compró a Juan Manzur la empresa de aceitunas Nucete.
Más extraño aún es que, al cierre de esta nota, el bloque peronista en el Senado atravesaba una importante tensión porque no estaba garantizada la asistencia de los tucumanos Manzur y Mendoza, que se encontraban de viaje en el exterior, lo mismo que el santiagueño Gerardo Antenor Montenegro. “Mayans los está internando a llamados para que vuelvan pero no parece que vayan a cambiar la fecha de regreso”, dijeron cerca de un senador que sabía que el retorno del trío estaba previsto para el 15 de diciembre.
El formoseño también comprobó en la reunión de bloque peronista que la discusión acerca de la expulsión o la suspensión no solo dividió las aguas en el macrismo y los aliados del gobierno, sino también al interior de su bancada. El fantasma del proyecto que vocea el oficialismo para expulsar a cualquier legislador con causas judiciales por corrupción amedrenta a más de uno de los integrantes de UP, que argumentan que echar a Kueider sin que obre una investigación judicial previa sentaría un mal precedente y habilitaría una revancha sin fin.
“No significa que pensemos que no es corrupto pero, ante un gobierno como el de Milei, se puede volver en contra”, reconocieron.